• Ni tampoco reformas, es decir, que el pez grande se coma al chico.
  • Además, lanza un mensaje claro a Cajamar.
  • Una entidad que ha ido creciendo a base de sanear una parte del sector.
El Grupo Caja Rural, del que la Rural de Navarra es el máximo exponente, ha garantizado este martes el éxito del proceso de desinversión de activos tóxicos en Bantierra, la caja rural de Aragón. Hablamos de unos 320 millones de euros que, al final, podrían superar los 400 millones. Ante las dudas generadas en las últimas semanas por la entidad aragonesa, el Banco de España contactó con el Grupo Caja Rural para que acudiera a su rescate, pero pinchó en hueso. Cada entidad es independiente y soberana en sus decisiones, y el supervisor no encontró la respuesta esperada. Plan 'B': ofrecérselo a Santander, BBVA y Caixabank, pero la gran banca, después de analizar los datos, declinó la amable invitación. En cualquier caso, Bantierra anunció el viernes 24 que el Grupo de cooperativas de crédito al que pertenece, se haría cargo de los 320 millones, pero no daba detalles del rescate y la incertidumbre, lejos de disiparse, aumentó. Y el ministro de Economía, Luis de Guindos, empezó a temblar. Si algo no se puede permitir en este momento es otro rescate financiero con dinero público. La ciudadanía no lo admitiría bajo ningún concepto y, además, Bruselas tampoco daría su visto bueno. La era de las ayudas públicas a la banca ha terminado, eso sí, con un balance carísimo para el contribuyente. Pero tranquilos, porque el Grupo Caja Rural ha disipado las dudas este martes. "El éxito de la operación está, por tanto, garantizado, quedando únicamente pendiente la formalización de la misma, que se completará en las próximas semanas", señala en un comunicado. El mensaje al Gobierno de las cooperativas de crédito, especialmente de la Caja Rural de Navarra, es claro: no necesitamos ayudas públicas ni una reforma del sector, como pretendía el Ejecutivo. Reforma que, como el de las cajas de ahorro, se traduciría en que el pez grande se comería al pez chico. Además, con el comunicado de este martes, la Rural de Navarra también lanza un mensaje a Cajamar, una entidad que ha crecido a base de sanear una parte del sector y que ha elegido un modelo totalmente distinto: el de un grupo consolidado. La Rural de Navarra, que capitanea el grupo de las cooperativas 'rebeldes', quiere mostrar que el modelo clásico también es viable. Guindos puede respirar tranquilo. Ahora solo queda concretar los detalles. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com