• Aumenta mucho el negocio internacional, pero baja el margen.
  • El ajuste de la valoración del 8,92% de Repsol le 'cuesta' 373 millones de euros.
  • El mercado no lo tiene claro y la acción baja este viernes algo más de un 2,8%.
De enero a septiembre, Sacyr ganó 532 millones de euros, un 544% más que en 2014, gracias a los 1.203 millones de euros de la venta de Testa. Efectivamente, se trata de algo extraordinario que no volverá a suceder. Siendo eso cierto, también lo es el hecho de que, al margen de la venta de Testa, los números que ha presentado este jueves la compañía que preside Manuel Manrique (en la imagen), son buenos. De esa mejora tiene mucha culpa la división de concesiones que, tras la venta de Testa, ha pasado a ser la que más aporta al ebitda del grupo. Concretamente, el 58% del total, esto es, 143.379 millones de euros. No sólo eso: la facturación -de concesiones- ha aumentado un 22% en los nueve primeros meses del año. Crece, incluso, el tráfico de las autopistas españolas ( 5%). Otro dato positivo, gracias a la venta de Testa, es la reducción en el trimestre del 21% de la deuda financiera: ha pasado de 5.334 (junio 2015) a 4.224 millones de euros (septiembre). Está bien, pero no olviden que es fruto de la venta de la que era la joya de la corona. En otras palabras, Sacyr se jibariza con el fin de reducir deuda. Vamos con la construcción. Sí, ha aumentado mucho fuera de nuestro país ( 12%), pero ya sabemos lo que ocurre con esos contratos: dejan un margen muy pequeño. Así se explica que, a pesar del aumento de los ingresos ( 5%), el ebitda de esta división ha caído un 20%. Por cierto, la construcción en España ha disminuido un 12%. Otra de las claves de los resultados de Sacyr es la nueva valoración que ha realizado por su 8,92% de Repsol y que ha supuesto un impacto contable negativo de 373 millones de euros. Como recordarán, a principios de septiembre la compañía elevó la valoración de esa participación hasta los 21,18 euros por acción (desde los 19,88 euros en los que estaba desde diciembre de 2014). Entonces, las acciones de la petrolera cotizaban a 12,29 euros. Ahora, la constructora ha rebajado esa valoración hasta los 17,5 euros por título, lo que ha supuesto el citado impacto contable de -373 millones de euros. Este viernes, los títulos de Repsol cotizan a la baja y se intercambian a 11,1 euros. Ese es el problema: que las acciones de la petrolera sigan cayendo o, incluso, que se mantengan en estos niveles. Entre otras razones porque los bancos podrían exigir más garantías por el préstamo concedido sobre esos títulos. Aunque lo verdaderamente preocupante para Sacyr sería que Repsol eliminara el dividendo. En cualquier caso, el mercado no lo tiene claro y las acciones de Sacyr caen, a mediodía de este viernes, algo más de un 2,8%. Cada título de la empresa de construcción y concesiones vale alrededor de 2,2 euros. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com