- Ya se están 'normalizando' a partir del 3%.
- La nueva ley de crédito inmobiliario, impulsada por Guindos, favorece este tipo de hipotecas.
- Al final, lo que va a lograr es que se dispare el precio de esos préstamos.
La banca lo tiene clarísimo: con los tipos de interés cerca del 0% y el euribor en negativo, el negocio hipotecario no funciona. No deja ningún margen o es tan pequeño que el esfuerzo no merece la pena. Para que se hagan una idea,
el tipo medio de las hipotecas en España, según Funcas, fue del 1,3% en 2016, frente al 2,6% de la zona euro. Y es que, mientras en España el 49% de las hipotecas son a tipo variable, en la zona euro no superan el 15%. Pero tranquilos, porque eso se acabó. A partir de ahora
las hipotecas serán a tipo fijo, y punto.
Ahora bien, la nueva estrategia no se puede presentar así. ¿Se imaginan? Como no ganamos dinero con las hipotecas a tipo variable… Eso sería un suicidio. Por eso,
las entidades le han dado la vuelta al argumento: ahora, lo mejor para los clientes son las hipotecas a tipo fijo. Porque si bien es cierto que ahora el euribor está en negativo,
lo normal es que suba, sobre todo después de tantos años marcando mínimos históricos.
Y el tipo fijo ya se está 'normalizando' a partir del 3%. El dato no es baladí. ¿
Cuánto tendrían que subir los tipos de interés para que realmente mereciera la pena contratar una hipoteca al 3%? Mucho. Y visto el ritmo del BCE -y de la FED- para subir los tipos, no nos equivocamos si afirmamos que hasta que lleguen al entorno del 3% pueden pasar muchos años, si antes no ocurre alguna catástrofe.
Ahora bien,
con el fijo también arriesga el prestatario. Porque, qué pasa si dentro de veinte años -muchas hipotecas se firman a treinta o cuarenta años- el
euribor está en el 150%? Sería la ruina para ellos.
En cualquier caso, no son sólo los bancos. El Gobierno, concretamente el ministro de Economía,
Luis de Guindos, está empeñado en promover el tipo fijo en estos préstamos, no por nada, sino como respuesta a las reclamaciones que siguen azotando al sector (cláusulas suelo, desahucios, multidivisa…).
Guindos no quiere más contratiempos, y menos ahora que la economía parece recuperarse. Menos mal que está
BBVA Research para recordarle al ministro que no vamos a crecer tanto: el 3,1% y el 2,5% en 2017 y 2018 respectivamente, en lugar del 3,3% y el 2,8%.
Sea como fuere, Guindos no quiere líos y con esa finalidad ha sacado adelante la ley de crédito inmobiliario que favorece las hipotecas a tipo fijo,
carentes de suelos y demás cláusulas. Pero la nueva ley disparará el precio de las hipotecas.
De hecho, ya se ha puesto de moda alquilar.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com