- Fuentes del Ministerio de Economía aseguran a Hispanidad que el plan para arrinconar a Marín Quemada no ha cambiado.
- Y se venderá como parte del gran pacto con Ciudadanos.
- Mientras, el Gobierno continúa ninguneando al actual presidente de la CNMC.
- Le recorta competencias y filtra campañas públicas acerca de sus fracasos.
- La historia de la CNMC: los esfuerzos de dos consejeros peperos, Benigno Valdés y Fernando Torremocha, por desprestigiar a su presidente.
Son fuentes de Economía que casi parecen disculparse por su acción: llamada reforma de la
Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), organismo creado por el
PP y que preside
José María Marín Quemada. Esta no ha sido aparcada, sigue en pie y en los términos acordados a principios de legislatura: crear un
organismo teórico -influencia intelectual y poco poder- que presidirá Marín Quemada, para que no parezca una defenestración y el
organismo importante, el del poder, el de la
supervisión, que dirigiría la actual vicepresidenta de la CNMC,
María Fernández,
amiga personal y antigua colaboradora del ministro Álvaro Nadal.
Para entendernos, un organismo antimonopolio debe servir para defender la igualdad de oportunidades de todos, que, en la práctica, constituye la
defensa de los pequeños frente a los grandes, de los consumidores y pymes frente a Estado y grandes corporaciones.
Y también puede servir para defender a las grandes empresas frente a la gran competencia exterior y la pequeña competencia interior. De esta segunda, y
espuria, manera, es como entiende el PP el organismo CNMC.
No así su presidente, José María Marín Quemada, quien, a pesar de sus errores de concepto (por ejemplo, la importancia desmesurada que da a las cuotas de mercado de las empresas) tiene claro que debe defender al pequeño del grande. Por eso,
desde el Gobierno, desde el mismo día de su nombramiento, han ido contra él. Por una parte, con la normativa:
le han recortado competencias que la CNMC estaba llamada a tener. Por ejemplo, los peajes eléctricos o el espectro de telefonía y televisión.
En paralelo,
Álvaro Nadal boicoteaba a Marín Quemada con dos vocales de la CNMC nombrados por el PP. A saber: el valedor de los hermanos Nadal,
Benigno Valdés, y
Fernando Torremocha,
ambos ligados sin reparos a la vicepresidenta Fernández Pérez. Ambos submarinos se han dedicado a ponerle palos en las ruedas a todos sus fallos oficiales. Por ejemplo, con
votos particulares… que luego aprovechan en los tribunales los abogados de las empresas condenadas.
Y así, nos encontramos con el diario
Expansión que este martes 29 dedica información y editorial a recordarnos que la CNMC sólo ha conseguido ratificar en los tribunales un 3% de sus sanciones.
Naturalmente: como que
el enemigo está dentro. Los abogados contratados por las empresas multadas por atentar contra la libre competencia disponen de esta forma de los argumentos jurídicos… de los propios consejeros 'saboteadores' de la propia CNMC. Así da gusto.
En cualquier caso, la CNMC está obligada a funcionar como los antiguos bancos centrales o no servirá para nada. Ya saben: yo hago lo que considero conveniente para mi cometido, sin acogerme a una legislación rígida. La defensa del débil y la igualdad de oportunidades así lo exige.
En cualquier caso, la CNMC, en teoría según el pacto firmado con
Ciudadanos (en efecto, fue un gol que el PP le mete a Ciudadanos) va a ser troceada en dos para orillar a Marín Quemada y consagrar a María Fernández Pérez, la amiga de Álvaro Nadal. O sea, que o se impone la cordura u olvídense de la
independencia de la CNMC respecto al Gobierno. Estamos ante
la gran cacicada del ministro Álvaro Nadal.
Y los chicos de
Albert Rivera sin enterarse de nada. Como es habitual.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com