• El líder de La Liga, Matteo Salvini, se considera católico, e incluso se ha atrevido a llevar en la mano un rosario.
  • Mientras que el líder del Movimiento 5 Estrellas Luigi di Maio se sacó una fotografía besando a San Genaro.
  • En cualquier caso, ninguna mención en sus programas al colectivo LGTBI.
Los grandes triunfadores de las elecciones generales en Italia, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga Norte (LN) reclamaron ayer lunes el Gobierno del país y abrieron la puerta a posibles pactos ante la ausencia de mayorías. El M5S de Luigi di Maio fue el partido más votado con el 32,44% de los votos en la Cámara de los Diputados y el 32,54% en el Senado, sólo superado por la coalición de derechas de la LN y el partido de Silvio Berlusconi.Esta unión se sitúa a la cabeza con un 37,01% en la Cámara y un 37,53% en el Senado. La Liga de Matteo Salvini (en la imagen) lideró la coalición con un 17,48% y un 17,76% en la Cámara y el Senado, respectivamente.Ahora bien, veamos su opinión sobre los principios no negociables para la actuación coherente del cristiano en política, establecidos por el Papa Benedicto XVI -respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas-.Según La Razón, Matteo Salvini (Milán, 1973) se considera católico, e incluso en algún mitin se ha atrevido a llevar en la mano un rosario.Aficionado del Milán, está divorciado y tiene dos niños de diferentes parejas. Debido a su polémica relación con la modelo y presentadora italiana Elisa Isoardi, Salvini es un personaje habitual de la prensa del corazón en la que ambos airean su vida privada, algo que no parece pasarle factura.Salvini llegó incluso a posar desnudo para una revista italiana y puso a la venta sus fotos a través de Internet para recaudar ingresos destinados a una ONG contra el aborto, según El Mundo.Por su parte, el líder del M5S, Luigi di Maio, también según La Razón, a sus 31 años, ha hecho historia en la política italiana tras lograr que los populistas del Movimiento 5 Estrellas (M5E) no sólo revaliden su posición de primer partido del país, sino que aumenten su ventaja sobre el viejo bipartidismo.Su estilo moderado e institucional ha seducido a muchos electores reacios a la radicalidad y los exabruptos de Beppe Grillo. Hijo de un militante del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) y una profesora de lengua y latín, representa a una nueva generación de populistas que no se conforman ya con autoexcluirse del juego político.Ni de izquierdas ni de derechas y contrario a la moneda única, este «grillini con traje y corbata» ha tratado de calmar a los inversores con una oportuna visita a la City y ha sabido ganarse a los católicos con una fotografía en la que besa a San Genaro.Por otra parte, en los puntos programáticos del centro-derecha, no hay menciones al colectivo LGBT, según un blog publicado en 20 Minutos. Y en el Movimiento 5 Estrellas, tampoco en su programa hay nada dirigido al colectivo LGBT, según el mismo blog.Andrés Velázquezandres@hispanidad.com