- En general, impone la mordaza a todo aquel que se oponga a la ideología de género.
- Podemos es el abanderado -presentó la iniciativa en el Congreso- y la mayoría de partidos políticos está a favor.
- Mientras, el PP calla: ya se sabe que 'quien calla, otorga'. Y es que tiene el precedente de la ley LGTB de su propia Cristina Cifuentes, entre otros.
- El objetivo del texto podemita es imponer la ideología de género y a golpe de sanción.
- Se prohibirán manifestaciones y terapias, se eliminarán memes y tuits vejatorios, se decomisarán, destruirán, inutilizarán y borrarán libros y archivos.
- Contempla el adoctrinamiento escolar de niños, adolescentes, profesores y personal sanitario, etc.
- Y ojo, el que no obedezca puede perder conciertos, ser inhabilitado profesionalmente y, siempre, multado.
La
inquisición gay avanza y pretende convertirse en una mordaza para todo aquel discrepante de la ideología de género.
El proyecto presentado por Podemos ha pasado de reivindicar igualdad y derechos para
lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e
intersexuales a imponerlos, a costa de la libertad de expresión y la libertad educativa de los demás.
Podemos es su abanderado y la mayoría de partidos está a favor. Mientras el
PP calla, aunque ya se sabe que
quien calla, otorga… y es que tiene el precedente de la
ley LGTB aprobada por Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid en julio del año pasado, entre otras. En total, en España ya hay
11 leyes autonómicas que privilegian a dicho colectivo: tres impulsadas por el PP (Madrid, Galicia y Murcia), cuatro del PSOE (Baleares, Andalucía, Valencia y Extremadura), una de Junts pel Sí (Cataluña), una de PNV (País Vasco), una de Coalición Canaria (Canarias) y una de Nafarroa Bai (Navarra).
Con este contexto,
parece que se aprobará en breve, aunque un error burocrático de Podemos ha impedido que se vote esta semana, coincidiendo con la celebración del Orgullo Gay en Madrid. El objetivo de la ley LGTB nacional no es otro que
imponer la ideología de género y a golpe de
sanciones, si es necesario, como informa
Religión en Libertad.
Si el lobby logra que se apruebe
se prohibirán manifestaciones contra el colectivo y terapias para revertir la orientación sexual o la ideología de género (aunque tengan el consentimiento de la persona). Claro que también
se eliminarán memes y tuits vejatorios, y se decomisarán y destruirán libros -algo que ya hacía la Inquisición, de ahí el símil-. Para ser exactos, el texto presentado por los podemitas, decía, en su artículo 95,4, lo siguiente: "Ante cualquier infracción, cualquiera que sea su naturaleza,
se procederá al decomiso y destrucción, borrado o inutilización de libros, archivos, documentos, artículos y cualquier clase de soporte objeto de las infracciones administrativas contempladas en la presente Ley o por medio de las cuales se hubiera cometido. Cuando el delito se hubiera cometido a través de tecnologías de información y la comunicación, se acordará la retirada de los contenidos. En los casos en lo que, a través de un portal de acceso a Internet o servicio de la sociedad de la información, se difundan exclusiva o preponderadamente los contenidos a los que se refiere el apartado anterior, se ordenará el bloqueo o la interrupción de la prestación del mismo".
El ligero parecido del artículo con las prácticas nazis de quema de libros, y ante las numerosas críticas recibidas, ha llevado a la formación de
Pablo Iglesias a asegurar que reflexionará sobre su contenido, no vaya a ser que se hayan pasado un pelín. Pero por el momento ese es el artículo del proyecto de ley y en nada difieren de la intención de fondo que también conlleva ataques a la libertad de enseñanza, cierre de colegios incluido.
Al mismo tiempo se adoctrinará a niños y adolescentes en la escuela, que estudiarán la "
diversidad familiar, la diversidad sexual y de género y la
historia del movimiento LGTB". Por si esto fuera poco, a partir de los 16 años los menores transexuales y transgénero podrán acceder a
tratamientos hormonales y a la reasignación sexual quirúrgica. Además, se formará a profesores y personal sanitario, etc.
Y ojo, para los que no obedezcan la ley LGTB: las personas pueden afrontar
multas o
inhabilitaciones profesionales, la escuela concertada puede
perder conciertos y los negocios pueden ser suspendidos de actividades o ser cerrados durante dos años.
De esta forma, se cumplen las
advertencias de los obispos madrileños (en concreto de Reig Plá, López de Andújar y José Rico Pavés). Y en esta semana del Orgullo no estaría mal recordar
lo que dice el catecismo de la Iglesia sobre homosexualidad.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com