Fernando Abril-Martorell se carga la Comisión Ejecutiva y de paso se blinda ante el nuevo Gobierno
Golpe de mano en Indra. El Consejo de Administración, reunido este jueves, ha acordado eliminar la Comisión Ejecutiva de la compañía que estaba formada por el presidente, Fernando Abril-Martorell, y por los consejeros Antonio Cuevas, Enrique de Leyva, Santos Martínez-Conde, Ignacio Santillana y Alberto Terol.
La medida llama poderosamente la atención: la Ejecutiva era la Comisión que tenía delegadas todas las facultades del Consejo, salvo las indelegables de acuerdo con la ley, los estatutos sociales y el reglamento del Consejo. La comisión ejecutiva suele ser la más importante. En otras empresas, lo habitual en las empresas es que el comité de dirección se reúna una vez a la semana, la comisión ejecutiva, cada quince días y el consejo una vez al mes.
Tranquilos, porque al mismo tiempo que se carga la Ejecutiva, Abril-Martorell ha creado la Comisión de Sostenibilidad, que estará presidida por Silvia Iranzo y estará formada por Ignacio Martín, Enrique Leyva, Antonio Cuevas y Alberto Terol. Menos mal.
Lo que está claro es que Abril-Martorell se ha blindado frente al nuevo Gobierno. La suya, no es que sea una Presidencia ejecutiva, sino una Presidencia ultra-ejecutiva. A la eliminación de la Comisión Ejecutiva se une el hecho de que el Abril-Martorell se cargó la figura del consejero delegado y asumió él toda la gestión del día a día del grupo.
Lo cierto es que su relación con el Gobierno Sánchez no ha sido mala del todo. Empezó tambaleante -le quisieron echar-, pero más tarde se recuperó. Intentó, sin éxito, recuperar ITP para los vascos (PNV) y poco después, el Gobierno eligió a Indra como coordinador nacional del avión de combate europeo, frente a las pretensiones de Airbus.
¡Ah! y no olviden que también recuperó, sin concurso público previo, el recuento electoral del 10-N. No, su relación con el PSOE no es mala, pero con Podemos nunca se sabe.