Pedro Sánchez quiere sustituir a Fernando Abril-Martorell por Miguel Sebastián en la Presidencia de INDRA. El cambio es sencillo: hablamos de una empresa semipública, en la que la Sepi es el accionista principal con el 18,7% del capital. Corporación Financiera Alba (familia March) posee el 11,3% y el fondo FMR, el 9,3%. Cierran la lista de participaciones significativas el fondo Fidelity (5,6%) y Norges Bank (3,9%). Ninguno de ellos se opondría a un cambio de presidente.

Recuerden que Abril-Martorell fue nombrado en enero de 2015, con Mariano Rajoy en La Moncloa, lo que supuso la salida del socialista Javier Monzón tras 22 años en el cargo.

A más de uno le extrañó, de hecho, que Abril-Martorell siguiera en su puesto después de la moción de censura que echó al PP del Gobierno, pero así ha sido. Ahora, sin embargo, con la legitimación que le han otorgado las urnas, el PSOE se dispone a entrar a saco en las empresas, tanto públicas como privadas.

El nombramiento de Sebastián sería sencillo, además, porque el exministro de Zapatero ya es consejero de la compañía. Fue nombrado a finales de enero, pocos días después de que estallara el escándalo de las escuchas del BBVA y Villarejo. Sebastián fue uno de los espiados. Evidentemente, su nombramiento en INDRA nada tiene que ver con el hecho de que el Gobierno Sánchez esté empeñado en que el caso FG-Villarejo muera de inanición, esto es, que ningún afectado presente la querella que está pidiendo el juez para seguir adelante.

A más de uno le extrañó, de hecho, que Abril-Martorell siguiera en su puesto después de la moción de censura que echó al PP del Gobierno, pero así ha sido

Vamos ahora con los resultados del primer trimestre. Es sencillo ver cómo la información privilegiada deja mayor huella de la que se percibe: la acción, desde las 16:35 horas del jueves hasta el cierre, pasó de 9,928€ a 10,02€, casi un 1% más en una hora, cuando la información financiera intermedia se publicó a escasos 10 minutos tras el cierre de mercado. Curioso, ¿no creen? Sobre todo, porque el informe saca buenos resultados: en Transporte crece un 17%, en América, un 11% en moneda local, y Minsait, nueva unidad para soluciones de transformación digital, aumenta un 21%.

Dicha acción deja, al menos, un 0,104€ de beneficio mientras que el año pasado, 0,061€ (+70%), y si tenemos en cuenta el potencial de los instrumentos dilutivos de la compañía (generados por bonos convertibles emitidos en 2013, 2016, y acciones por la ampliación de capital para la operación Telecom), sale un beneficio por acción (BPA) de 0,098€, mientras que hace un año era de 0,064€. La acción ya no es anti-dilutiva, pero tampoco diluye ampliamente al accionista.

Para Abril-Martorell, “los resultados del primer trimestre de 2019 están en línea con nuestras expectativas de crecimiento”, y hay que decir que la cartera crece un 10% hasta los 4.285 millones de euros (M€), el nivel más alto hasta la fecha.

La tecnológica mejora la parte alta de la cuenta de resultados con un crecimiento del 3% en ingresos ordinarios (735,6M€), para llegar a la parte más baja con un beneficio neto de 18,3M€, un 71% más que en el primer trimestre del periodo anterior. Todo ello, recortando en aprovisionamientos y otros gastos de explotación, los cuales compensan la pequeña subida de gastos de personal, dejando un Ebitda de 70,1M€ frente a los 47,9M€ del año pasado. Tras amortizar un poco más (44%) llega al EBIT, donde obtiene un crecimiento del 49% con respecto el año pasado (38,5M€ vs 25,9M€). El resto es menor gasto financiero.

Para Abril-Martorell, “los resultados del primer trimestre de 2019 están en línea con nuestras expectativas de crecimiento”, y hay que decir que la cartera crece un 10% hasta los 4.285 millones de euros (M€), el nivel más alto hasta la fecha

Sin embargo, aunque está muy bien ojear la cuenta de resultados, el flujo de tesorería tiene su aquel. La tecnológica mejora su flujo de caja operativo de 35,4M€ hace un año, a 56M€. Ahora bien, tras ajustar tesorería procedente de actividades operativas, resultado financiero y Capex (inversiones en bienes de capital), llegamos a un flujo libre de caja de -108,2M€, frente a los +6,2M€ del primer trimestre de 2018. La diferencia viene, principalmente, por la variación en deudores comerciales, aunque esto no debe preocupar en el corto plazo por la fuerte posición en tesorería que Indra sostiene en balance y que asciende a 839,4M€.

Por otro lado, el balance apenas sufre cambios, el activo gana en intangibles, el pasivo, en otros no corrientes, y la deuda está bien estructurada: 30,6M€ a corto plazo y 1.401,3M€ a largo. Así, la tesorería antes mencionada hace que la deuda neta sea de 592,5M€. Con ello, la compañía está cómoda para crecer en proyectos y, por lo tanto, en plantilla media: un 7% en España, 24% en América, 11% Europa y 9% Asia, Oriente Medio & África. En cuanto a ingresos por negocios y regiones: la mitad (51%) le viene por España, 21%, América y 18%, Europa; mientras que Servicios Financieros y Energía & Industria pesan un 22% y 21% respectivamente; Defensa & Seguridad y Transporte & Tráfico, un 18%.

Con toda esta diversificación, crecimiento y buenas cifras a comienzos de 2019, ¿seguirá subiendo la acción o había que comprar antes de conocer el reporte?