El Grupo Antolín asegura que, durante 2021, mostró "la fortaleza de su negocio" en un ejercicio "desafiante" marcado por la crisis de suministro de los microchips y por el fuerte incremento de los costes de las materias primas
Grupo Antolin ha notado el impacto del coronavirus, que provocó una caída de la producción mundial automovilística del 33% en el primer semestre (siendo abril el peor mes, con un desplome del 65%). Este contexto es el motivo de que haya registrado unas pérdidas de 157 millones de euros entre enero y junio, lejos de los 20,1 millones que ganó hace un año, y de que la facturación haya caído un 42%, hasta 1.553 millones, frente a los 2.678 millones del primer semestre de 2019. Eso sí, no ha frenado su expansión… en China, donde abre un nuevo centro de innovación.
El fabricante de componentes de interior para automóvil, con sede en Burgos y propiedad al 100% de la familia Antolín, ha tenido unas pérdidas operativas de 95,9 millones, que contrastan con los 83,4 millones de ganancias de hace un año. No obstante, ha afirmado que tiene una sólida posición financiera: cuenta con 452 millones en caja y en préstamos no dispuestos, y ha recibido créditos de 51 millones en España y Francia y de 20 millones de libras (unos 21,65 millones de euros) en Reino Unido. Ahora se centra en dos prioridades: proteger la salud y garantizar la seguridad de sus empleados (cerca de 30.000 en 26 países, donde tiene 150 plantas y 26 oficinas técnico-comerciales) y preservar la liquidez controlando inversiones y los stocks, y vigilando los costes.
La compañía está presidida desde febrero de 2015 por Ernesto Antolin y su prima, María Helena Antolin, ocupa la silla de vicepresidenta y preside Sernauto (asociación española de proveedores de automoción). A la vista de los resultados del primer semestre parece que este año no obtendrá cifras similares a las de 2019 (47 millones de beneficio, 5.214 millones de ingresos y 435 millones de Ebitda), aunque ya tiene todas las plantas operativas y “los ingresos en julio han evolucionado positivamente”. Conviene recordar que hace casi tres meses, en la Cumbre empresarial de la CEOE, María Helena Antolin advirtió que la facturación de proveedores automovilísticos podría caer hasta un 30% y el empleo, un 10%, este año por la crisis del coronavirus, aunque aún había tiempo de minimizar el impacto.