Zuckerberg parece dispuesto a no dejar de sorprendernos, pero, si la cosa sale mal, pedirá disculpas. Es un tipo muy humilde.
Parece que la caradura de Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Facebook, es imparable. Y es que no sólo quiere convertirse en una especie de banco central lanzando su propia criptomoneda, también va a pagar a cambio de espiar, más, los datos de los usuarios ¡por supuesto, con consentimiento!, datos que siguen siendo su principal negocio. Todo esto no es baladí, porque es la mayor red social que existe, pues casi un tercio de la población mundial tiene una cuenta activa. Esto y el gran negocio de los datos le ha permitido alcanzar una capitalización bursátil de 516.000 millones de dólares (unos 459.300 millones de euros), pese a los escándalos por problemas de privacidad.
Ahora Facebook se ha asociado con varias empresas tecnológicas, financieras y de comercio electrónico (Visa, Mastercard, PayPal, Uber y Booking.com, entre ellas), creando un consorcio (‘Asociación Libra’), para lanzar su propia criptomoneda. Cada una aportará unos 10 millones de dólares (unos nueve millones de euros) y el valor de la criptomoneda irá vinculado a un cesto de varias divisas internacionales entre las que estaría el bitcoin. El consorcio será el supervisor de la misma.
Las criptomonedas tienen dos grandes problemas: no hay referente y por ende, no hay control... problema que se multiplicaría cuanto más poder liberatorio de deuda acumulen
Al hilo de esto, conviene recordar los dos grandes problemas de las criptomonedas: no se circunscriben a ninguna soberanía nacional, por lo que no hay referente y por ende, no hay control; y el peligro de que se les otorgue poder liberatorio de deuda. Además, como no tienen control se están usando para el fraude: este viernes, han sido detenidas 35 personas e investigadas otras 22 en España por falsificar tarjetas bancarias y blanquear los beneficios obtenidos a través de bitcoin.
Paralelamente, la red social lanza la aplicación Study from Facebook en EEUU e India, con la que pagará al usuario a cambio de espiar lo que hace con el móvil. Así podrá recopilar datos, como las apps que tiene instaladas en el móvil, cuánto tiempo las usa, desde qué dispositivo lo hace, la red que utiliza o el país desde el que lo hace. Eso sí, destaca que no se compartirá ningún dato personal con la red social, ni contraseñas, fotos u otro contenido personal. ¿Se fían? Cuesta hacerlo... y más cuando ya puede acceder a fotos y contactos de tu teléfono, entre otras cosas. Claro que si a cambio ofrece dinero, más de uno aprovechará la coyuntura.