• Algo se mueve para despejar la incertidumbre del grupo, pero con demasiada lentitud y de susto en susto… bursátil.
  • Dos meses después del cese del ex Telefónica García-Durán, no se vislumbra un relevo al provisional Luis Solana.
  • La empresa reconoce que busca una "posible operación corporativa o de inversión de carácter estratégico".
  • Desde marzo, la antigua Avanzit pierde la mitad de su valor: cotizaba a 0,9 y ahora a 0,44 euros.
  • Y Telefónica sigue siendo vital para Ezentis: de ella depende el 60% de la facturación.
El Consejo de Administración de Ezentis decidió en octubre el cese fulminante de Manuel García-Durán como presidente y consejero delegado y colocó en su lugar, provisionalmente, a Luis Solana (ambos en la imagen), como presidente no ejecutivo. La salida de Durán, ex mano derecha de Juan Villalonga en Telefónica, fue agitada, pero nada augura, de momento, algo mejor a la transformación que impulsó en la antigua Avanzit tras el desembarco con todo su equipo en 2011. Lo de octubre fue un parche, una prueba de improvisación, pero se está alargando en el tiempo -han pasado ya dos meses- y eso, naturalmente penaliza el valor. Este lunes ha optado por enviar un hecho relevante a la CNMV para confirmar que nada ha cambiado en esencia en su crisis interna, a la espera de un socio que aporte capital al grupo. Ezentis señala, en concreto, que sigue analizando "distintas posibilidades y oportunidades" sobre "posibles operaciones corporativas o de inversión de carácter estratégico". Contesta así a la información de Ruth Ugalde en la que se apunta que ya ha sondeado a Carlos Slim, el empresario mexicano Carlos Tinajero y el conglomerado Bruder de Monterrey para se que incorporen como accionistas de referencia. ¿Qué está sucediendo, en cualquier caso? Esencialmente dos cosas: por un lado, que la incertidumbre tras la definitiva salida de García-Durán no se ha despejado. Luis Solana pasa de 80 años y sigue sin relevo. Y por otro, que la penalización en bolsa a esa incertidumbre también pesa lo suyo. Este lunes vuelve a caer con fuerza, casi un 5%, y se ha dejado en dos meses casi un tercio der su valor (todo lo que recuperó tras la salida de Durán). Las acciones llegaron a 0,65 euros y este lunes están a 0,44. Con una mirada más amplia, la pérdida es mayor. En marzo cotizaba a 0,9 euros. Ezentis pretende precisamente combatir su adversa situación con un accionista de referencia que saque al grupo de su impasse. Y en medio de todo están las obligaciones con el fondo de inversión Highbridge Principal Strategies, con el que firmó, en junio, un acuerdo de financiación de 126 millones a cinco años. Tras el cese de García Durán, como señalaba, emergió Luis Solana, y junto a él también Guillermo Fernández Vidal, provisionalmente vicepresidente no ejecutivo único. ¿Qué tienen en común? Que los dos están vinculados a Telefónica, la mano que mece la cuna de Ezentis. No olviden que el 60% de su facturación depende de la operadora que preside César Alierta. Fernández Vidal fue presidente de Telefónica Sistemas, consejero delegado de Telefónica Data y adjunto al consejero delegado de la teleco. Y Luis Solana, ex presidente Telefónica entre 1982 y 1989, es desde abril de 2013 presidente de Wayra, la plataforma de Telefónica de apoyo a startups tecnológicas. La prueba del algodón de la buena relación con Alierta. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com