Antonio Llardén es presidente de Enagás desde enero de 2007
Enagás no ha recibido aplauso del mercado (-0,86%, aunque al mediodía el descenso se había suavizado al -0,55%) al obtener menos beneficio en 2019, pese a cumplir los objetivos y subir el dividendo. En la conferencia con analistas, el presidente del principal transportista de gas natural y gestor del sistema gasista en España, Antonio Llardén, ha señalado que ha sido un año “duro y complejo”, pero hay “satisfacción”, porque los 422,6 millones de euros de beneficio neto (-4,4%) superan el objetivo establecido para el año (417 millones). Y por eso, el dividendo se incrementará un 5%, hasta 1,60 euros por acción.
El Ebitda ha ascendido a 994,8 millones (+5,4%), de los que 162,1 millones proceden de las sociedades participadas. Entre ellas, destaca Tallgrass, donde entró en abril y más tarde elevó su parte al 30% en diciembre: “la mayor operación internacional de la historia” de la compañía y cuya contribución “prácticamente compensa el impacto de la reforma regulatoria. Enagás ve Tallgrass como “una plataforma de crecimiento”, sobre todo, en EEUU, país que considera prioritario, para buscar nuevas oportunidades de negocio”, y “una inversión importante y muy de largo plazo”.
La gasista seguirá reduciendo sus emisiones y se compromete a ser neutra en carbono en 2050, apostando por gases renovables -hidrógeno, biogás y biometano- y GNL
Los ingresos se han situado en 1.151,1 millones (-1,5%) y los gastos operativos han alcanzado los 318,3 millones (-7%), principalmente, por la aplicación de la NIIF 16. Por su parte, la deuda financiera neta ha sido de 3.755 millones, frente a los 4.275 millones de 2018, un descenso de 520 millones en el que ha contribuido la pérdida de control de la planta de regasificación chilena GNL Quintero.
Enagás también ha presentado su Actualización Estratégica 2020-2026, donde el compromiso con la sostenibilidad y la remuneración del accionista serán prioritarias. En 2019, la demanda de gas natural en España creció un 14%, pues fue sustituyendo al carbón en el mix eléctrico, permitiendo reducir las emisiones en la generación de luz un 25% (-14 millones de toneladas de CO2). La compañía ha reducido sus emisiones globales un 47% entre 2014 y 2018, y prevé bajarlas un 25% adicional para 2030 y un 61% para 2040, comprometiéndose a ser neutra en carbono en 2050. Llardén ha subrayado que el “compromiso va más allá de la descarbonización” y como “en el medio plazo no va a ser posible una electrificación al 100”, jugarán un gran papel los gases renovables”. A través de la filial Enagás Renovable, invertirán 300 millones en proyectos de hidrógeno, biogás y biometano; además, trabaja en la sustitución de combustibles tradicionales por gas natural licuado (GNL) en el transporte marítimo.
El dividendo subirá un 5% este año, un 1% para el periodo 2021-2023, y será de 1,74 euros por acción entre 2024 y 2026
La compañía considera que “la remuneración al accionista sigue siendo una prioridad”. Sus principales accionistas son: el Estado, a través de la SEPI, y el fundador de Inditex, Amancio Ortega, con unas participaciones respectivas del 5%; les siguen los fondos BlackRock (3,383%), Bank of America Corporation (3,614%) y State Street Corporation (3,008%). El dividendo subirá un 5% este año y un 1% anual para 2021, 2022 y 2023, y se compromete a mantener un dividendo sostenible de 1,74 euros por acción para el periodo 2024-2026.