Mons. Georges Abou Khazen
Tal y como informamos ayer, la salida de Siria de las tropas norteamericanas, ordenada por Donald Trump, ha desencadenado una situación muy peligrosa en la zona. El turco Recep Tayyip Erdogan ha aprovechado para atacar a los kurdos, aliados del presidente sirio, Bashar al-Asad, en su lucha contra los terroristas del Estado Islámico (Daesh).
Ante la ofensiva turca, Al-Asad ha llegado a un acuerdo con los kurdos y ha ordenado este lunes a sus tropas que avancen hacia el norte del país, hasta la frontera con Turquía.
Así que Trump ha abandonado a sus aliados kurdos, que lucharon con EEUU contra el Daesh. Quizá para calmar su conciencia, el presidente estadounidense ha ordenado ahora sanciones a Turquía, como congelar los activos de tres ministros del gabinete del presidente Recyp Erdogan, además de suspender las negociaciones de un acuerdo comercial con Ankara y de reimponer aranceles al acero turco, recoge Univisión.
Pero no contento con eso, Trump tuiteó que los kurdos deberían ser protegidos por "Rusia, China o Napoleón Bonaparte".
Trump tuiteó que los kurdos deberían ser protegidos por "Rusia, China o Napoleón Bonaparte"
El caso es que los que están allí lo ven de diferente manera que Trump, como por ejemplo el vicario apostólico de Alepo de los latinos, Mons. Georges Abou Khazen, quien acusa a EEUU de haber “traicionado al pueblo kurdo”, ilusionándolo con un posible recorrido hacia «la independencia» de Siria para luego abandonarlo por interés y beneficio al propio destino. Así lo asegura a AsiaNews, comentando la escalada de violencia debida a la ofensiva del ejército turco, apoyado por grupos yihadistas, contra los kurdos en el norte de Siria.
El prelado no ahorra críticas ni siquiera a Europa de la cual «no nos confiamos, no creemos en ellos: estamos en el sexto día de conflicto y no hicieron nada hasta ahora», sino sólo palabras vacías y proclamas.
«Vivimos en un contexto de gran preocupación por lo que está sucediendo», explica el vicario de Alepo, «a causa de la invasión turca en el nordeste. Ya tenemos decenas de miles de prófugos y son muchas las historias de personas asesinadas en el campo en modo horrible, según las modalidades de Daesh (Estado islámico), con las manos atadas y ajusticiados».
Entre las víctimas, agrega, hay «no sólo kurdos, sino también cristianos armenios, asirios, caldeos que han ya conocido la persecución en los tiempos del imperio otomano y que hoy les toca a los nietos y los bisnietos». En los bombardeos en Qamishli «las primeras víctimas fueron justamente 2 cristianos» y si los turcos avanzan en la ofensiva otros tratarán de escapar» provocarán un nuevo éxodo.
De las crónicas de guerra de estos días quedó claro que grupos yihadistas y milicianos anti-Assad son parte integrante de las milicias de tierra usadas por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. El cual, en el papel, afirma que combate el terrorismo y querer eliminar a ISIS, pero luego en el terreno favorece su recuperación.
El vicario de Alepo no ahorra acusaciones durísimas también a Europa «de la cual no fiamos poco, no creemos en ellos»
«Los yihadistas- confirma Mons. Georges- obran y combaten bajo la égida del ejército turco. Luego tienen la pretensión de hacer volver a los refugiados sirios donde ya hay pueblos y personas… en realidad el objetivo es el de una limpieza étnica, para poner a otros refugiados. Están haciendo los mismo en Afrin, creando dramas humanos mientras que la política sigue ausente. Estas guerras no resuelven los problemas, es más: ponen las bases para otros, aún más grandes».
«Los EEUU -subraya el prelado -traicionaron a los kurdos. Es verdad que los sirios estaban contra la independencia kurda, y se podía especular una forma de autonomía, pero fueron los americanos a incitarlos hacia la independencia. Los EEUU los ayudaron a ocupar un cuarto del territorio sirio, donde están los pozos petrolíferos y reservas de gas naturales. Y ahora los han abandonado y vendidos (al enemigo turco). Trump promete destinar 50 millones de dólares para defender a las minorías en Siria, pero éstas son las primeras víctimas de la política americana en Siria. La Casa Blanca usó a Siria, para nosotros la equivocación más grande fue intervenir en nuestros asuntos internos».
Entre los problemas relacionados con la ofensiva turca están también «los miles de prisioneros en manos de los kurdos». «Qué fin tendrán» se pregunta el prelado, que en el caso de la avanzada del ejército turco terminarán «con quien siempre ayudó a Daesh. Ankara los adiestró, los ayudó, favoreció el ingreso y ahora ocupando la zona favorecerán su renacimiento».
El vicario de Alepo no ahorra acusaciones durísimas también a Europa «de la cual no fiamos poco, no creemos en ellos» porque «no hizo nada» sino vacías declaraciones a las cuales siguen los hechos. Ya sea Bruselas como también la Naciones Unidas «en estos 9 años no hicieron nada en concreto, es más favorecieron la escalada de sanciones contra Siria que terminaron por atacar sólo a la población».
De las áreas disputadas, concluye el prelado, llegan también noticias de «daños a centrales eléctricas y acueductos, que terminarán por agravar el drama humano de las poblaciones». La esperanza es que la intervención del ejército sirio pueda contribuir «a la defensa del territorio. Está claro que Turquía no hizo todo esto por su propia decisión, sino que recibió la luz verde de las potencias internacionales y sólo ellos pueden poner fin a todo esto. Al inicio Ankara hablaba de zona de seguridad de 5 Km, ayer Erdogan avanzó hasta 30-35 Km dentro de territorio sirio...el apetito viene comiendo».