• El banco multiplica su beneficio por ocho pero gracias a las menores provisiones y a que 2016 fue excepcionalmente malo.
  • "2017 fue un año importante para el HSBC", señala Stuart Gulliver, que abandona el banco después de siete años como presidente ejecutivo.
  • El mercado no piensa igual que él y la entidad pierde un 4% al inicio de la sesión bursátil.
A finales de octubre les contamos que el HSBC 'volaba' a Asia para engordar el beneficio tras su etapa de escándalos. Pues bien, el giro asiático de la entidad británica -la mayor parte de su negocio ya está allí- no ha sido suficiente. Me dirán que el beneficio se ha multiplicado por más de siete veces el obtenido un año antes y es cierto. Ahora bien, los resultados publicados este martes muestran que el repunte se debe, fundamentalmente, a que 2016 fue excepcionalmente negativo y a que, además, en 2017, las provisiones cayeron un significativo 52,4%, hasta los 1.432 millones de euros. Porque lo cierto es que el negocio no acaba de arrancar. Los ingresos por intereses netos retrocedieron un 5,5% y no superaron los 22.805 millones de euros y las comisiones, auténtico asidero del sector en esta etapa de bajos tipos de interés, apenas aumentaron un 0,3%, hasta alcanzar los 10.369 millones de euros. "2017 fue un año importante para el HSBC", ha señalado Stuart Gulliver (en la imagen), que dejará la Presidencia ejecutiva este martes para ser sustituido por el consejero delegado, John Flint. Lástima que el mercado no opine lo mismo y las acciones del banco han comenzado la sesión bursátil con una caída del 4%. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com