- Y es que, de las inversiones prometidas, nada de nada.
- Eso sí, los italianos mantienen un dividendo del 100%. Claro, ellos cobran el 70%.
- La cosa seguirá así hasta que el vaciamiento de Endesa llegue a su fin, esto es, cuando Enel venda su filial española.
- Proceso paralizado por la incertidumbre política.
- Alberto Nadal ya les advirtió: mientras gobierne el PP no se aprobaría la operación.
Resulta cuando menos jocoso que antes de publicar los
resultados de Endesa, algún iluminado analista salmón ha publicado que la sociedad necesita un beneficio bruto de 3.000 millones de euros (M€) para conservar las opciones alcistas en bolsa.
Hombre, "y yo un Ferrari para poder ligar". Señores, seriedad. Desde hace ya un ejercicio, sí, desde que la italiana
Enel -aunque no lo parezca es accionista mayoritaria con el 70%- inició la ignominiosa acción de expolio de la sociedad con la auto venta de sus principales activos, en especial los de Iberoamérica, y la auto concesión de fabulosos dividendos,
Endesa se ha convertido en la vaca que después de haberle sacado toda la leche, el ganadero (
Enel) la mantiene en forma, con buen aspecto, para en el momento que pueda, venderla para carne.
En ese contexto, uno de los epígrafes que más han sufrido en 2015 ha sido el de las
inversiones. Efectivamente, la sociedad se retrata claramente en la política de "puesta a la venta", como muestran los flujos de efectivo de las actividades de
inversión. En el 2014 ascendieron a 7.355 M€. En el 2015, -773 M€. Evidente ¿no? En otras palabras, de las inversiones prometidas, nada de nada.
Con estas cifras no es extraño que
Endesa sea líder de las eléctricas nacionales más contaminantes con un
9,2% de las emisiones de CO2, que son 3 veces más que la segunda.
Aun así, el
valor de la eléctrica se sitúa en unos 20.000 M€ y parece que novios no le faltan. Y si no que se lo pregunten a los fondos de capital riesgo Texas Pacific Group o TPG. Porque
Enel continuará vaciando
Endesa hasta que logre venderla. Un proceso que ahora mismo está paralizado, fundamentalmente por la incertidumbre política. El secretario de Estado de Energía en funciones,
Alberto Nadal, ya advirtió a la eléctrica de que el Gobierno del PP no aprobaría la operación.
Vamos con las cuentas anuales presentadas este martes por la tarde. A pesar de haber conseguido un
resultado bruto de explotación de 3.039 M€, que es un 1,7% menos que en 2014, hay que contar que hasta el mes de septiembre las cifras presentadas suponían un aumento del 11,5%. Quizás la bajada sostenida del precio del petróleo y las condiciones climáticas tan atípicas este año, con unas temperaturas inusualmente altas, han afectado a las ventas, que al cierre han descendido un 5,8% respecto al 2014.
El
resultado del ejercicio ha sido de 1.086 M€, un 67,5% menos que en el anterior, en el que fueron protagonistas los
extraordinarios por las plusvalías de la venta ya comentada de los negocios fuera de la Península Ibérica a
Enel, por lo que esta cifra no es significativa. Fuera de estas plusvalías, aún el resultado sería ligeramente superior al del 2014, pero gracias a las bajadas en los gastos fijos de explotación, en las amortizaciones y en las dotaciones realizadas en 2014 para la reducción de plantilla.
Aun así, la alegría de la cúpula de
Endesa, en especial de
Borja Prado (
en la imagen), es patente pues parece complacer las aspiraciones del accionista mayoritario que mantiene la política de
dividendos, que llevaría a distribuir el 100% del resultado neto atribuible a la sociedad dominante, es decir,
760 millonazos más de euros para el accionista expoliador.
Y lo peor es que todos continúan mirando al tendido, reguladores energéticos, financieros y el Gobierno. No se salva nadie. Hasta el día de hoy, ninguno de estos calienta poltronas, padres de la patria, ha hecho una mínima mención a todo lo que ha pasado y está pasando en
Endesa. Ni a los de la 'casta' les he oído decir nada. Quizás estén pensando en su vicepresidencia o quizás quieran conservar una
puerta giratoria para su futura jubilación política.
Por la parte financiera, la sociedad consigue un importante descenso de la
deuda financiera en 1.403 M€, en términos porcentuales, un 23,1%, pero con unos vencimientos, más allá del 2020, del 82,8% del total.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com