• Salir a cotizar es una exigencia del moro catarí.
  • Pero también de las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil.
  • Y condición de la familia Areces para volver al Consejo y retirar sus querellas.
  • Pero Lasaga sigue controlando la Fundación Ramón Areces (37%) del capital.
  • Y no está dispuesto a prescindir de Dimas Gimeno como presidente.
  • Aunque mantiene la dirección colegiada.
En primer lugar, el peligroso catarí Al Thani, conocido en El Corte Inglés (ECI) como "el moro", propietario del 10% de la firma, sí solicitó la salida a bolsa. No se sabe si para vender su participación en el mercado, como sospechan los peor pensados -unas decenas de miles- para comprar y hacerse con el control total de El Corte Inglés. Deben tener un buen agente de compras, dado que se empezó a correr por Madrid que el contrato con el jeque especifica que quedan tres años para salir a bolsa, cuando lo cierto es que se plantea como intención futura pero no se le pone fecha. Pero es que no sólo es Al Thani quien pretende que ECI cotice en el parqué. También lo pretenden las hermanas Cristina y Marta Álvarez Guil, primeras accionistas privadas. Y las diferencias entre Marta Álvarez y Florencio Lasaga también surgen por el hecho de que Marta pretende relevar al presidente, Dimas Gimeno, sobrino de Isidoro Álvarez, mientras Lasaga, aunque defiende la dirección colegiada con el recién creado Comité de Dirección, no está dispuesto a ceder: que Dimas continúe. Pero no sólo es el moro Al Thani y Marta Álvarez quienes pretenden que ECI salga a bolsa. También lo desea la familia Areces. De hecho, el acuerdo entre los sobrinos de Ramón Areces y las hijas adoptivas de Isidoro Álvarez estaba a un punto de firmarse. Ya se había decidido que Juan Luis Areces fuera el representante del 9% del capital en poder de la familia y, con ello, los Areces retirarían su querella, interpuesta cuando Carlota, hermana de Juan Luis, fue expulsada del Consejo de ECI… precisamente por la entrada de los cataríes. Recuerden que lo que busca Marta Álvarez Guil es un pacto entre Mancor, Paloma García Pena, un 7,5%; IASA, controlada por las hermanas Álvarez Guil (22,5%) y Ceslar, es decir, la familia Areces, que posee casi el 10% del capital. Total: 40%, más que la Fundación Ramón Areces, que cuenta con el 37,5%. Por tanto, a día de hoy, Lasaga se convierte en el mantenedor del viejo espíritu en El Corte Inglés, un viejo espíritu al que la bolsa le dice poco. Y, también, en el sostén de Dimas Gimeno en la Presidencia. ¿Por cuánto tiempo? Eso nadie lo sabe. Eulogio López eulogio@hispanidad.com