- Entre Fráncfort y Madrid nunca los bancos fueron tan libres: burlarse del supervisor se ha convertido en moda.
- Y encima se han disparado los celos entre los inspectores españoles en el BCE y los que se han quedado en Madrid.
- Mandan aquéllos pero el trabajo duro lo hacen éstos.
- Y además, eran los jefes y ahora son subordinados.
- … y braman contra Linde y contra Restoy.
A los inspectores de banca les está ocurriendo lo mismo que a la Guardia Civil, que depende del ministro de Interior y del de Defensa. Es decir que no depende de ninguno.
La banca depende del
Banco Central Europeo (BCE) con sede en Francia y del Banco de España (BdE) con sede en Madrid. De esta forma, los bancos les han perdido el respeto a ambos. Nunca como ahora han tenido
tantas oportunidades de dorar la píldora.
Para entendernos, a Fráncfort se fueron los jovencitos, con poca experiencia, peor son los que mandan en la inspección.
En Madrid quedaron los veteranos, que sabían menos idiomas, sobre todo el inglés, pero que eran los jefes de aquellos a quienes ahora tendrán que obedecer. Convendrán conmigo en que esto es muy molesto.
Por otra pare, ya saben que no hay nada peor que dos inspectores ociosos, para ser exactos, perdiendo el tiempo en el bar del caserón de Cibeles. Y esta cuestión no es baladí.
Total, que los inspectores se rebelan contra el gobernador
Luis María Linde y el subgobernador
Fernando Restoy (
en la imagen).
Aseguran que el BCE
inspecciona muy mal, tienen razón, y que en el BdE priman las directrices políticas (han primado siempre)
y que no se les hace el caso de antes. Muy cierto, no se les hace. Es que se supone que las conclusiones se toman en Fráncfort, no aquí.
Ahora bien, decir que de estos polvos puede venir el lodo de una
crisis bancaria futura, hombre, parece demasiado. Porque la primera crisis vino con unos inspectores que se tragaron
balances y cuentas que no debían haberse tragado.
En cualquier caso, es cierto que la transición hacia una supervisión unificada debería acelerarse o debería paralizarse.
Y no, de esto no tiene la culpa el gobernador
Linde, más allá de que
la inspección le aburre mucho. A él lo que le mola es el Servicio de Estudios y sentar cátedra sobre lo que debe hacer el Gobierno.
¿Y
Restoy? La verdad, desde que le quitaron la presidencia del FROB va buscando algo que hacer.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com