Dice Irene Montero en una entrevista a la publicación Vanityfair y recogida por divinity.es que “la maternidad me ha enseñado a ser más tolerante con el deseo de los otros”. Y por eso, sus dos hijos mayores -que tienen 2 años- eligen ya, ellos mismos, una camiseta para vestir de las tres que su madre les ofrece cada día por la mañana.¡Qué personalidad!

La ministra de Igualdad y su pareja, el vicepresidente, Pablo Iglesias han elegido para sus 3 retoños -también para la pequeña Aitana de 1 año- el método Montessori, la pedagoga italiana cuyo proyecto se centra en dar más libertad al menor en su etapa infantil y juvenil. 

¿Y qué hay de la alimentación de los niños Iglesias-Montero, o Montero-Iglesias? Pues, sus papás han elegido otro método, esta vez el Baby Led Weaning (BLW), 'alimentación autorregulada por el bebé' que se basa en cambiar los famosos potitos o purés por la comida sólida cuando el pequeño deja de tomar leche. Lo utilizan famosas como la pareja de Risto Mejide, Laura Escanes, quien fue una de las primeras que recibió grandes críticas por dar espaguetis a su hija Roma, que tenía siete meses o Rosanna Zanetti, mujer de David Bisbal, quien hizo público que su pequeño Matteo era capaz de, él solo y con las manitas, comer fresas. Y ahora, lo 'copian' Irene Montero y Pablo Iglesias, porque están siempre a la última. 

Libertad total para los bebés del vicepresidente y la ministra: que pueden elegir lo que quieren ponerse, comer -y suponemos que también beber- o si quieren ir al cole o prefieren hacer 'pellas'. Libertad ante todo. 

La libertad eduativa no existe ni puede existir, aunque suene muy bien... porque si dejas a los niños decidir la educación que recibirán, todos los chavales inteligentes decidirán que no quieren recibir educación en modo alguno: es algo que precisa demasiado esfuerzo. Lo que sí existe es la libertad de enseñanza, que consiste en que los padres elijan el colegio, es decir, el tipo de educación y formación que quieren para sus hijos y hasta que éstos sean mayores de edad. Justo a lo que se oponen podemitas y socialistas, para quienes a los niños no les deben educar los padres, sino el Estado. Mayormente, a imagen de los podemitas.