Veremos si se concretan.En Duro Felguera, ahora, todos están pendientes, otra vez, del señor Ángel del Valle, que ya no es consejero, pero sigue siendo el principal accionista con la familia Álvarez Arrojo (24,39% del capital a través de Inversiones Somió). Mientras, el banco de inversión Fidentiis afirma que ha encontrado socios dispuestos a invertir en la ingeniería asturiana. Veremos si es cierto o no.

Duro Felguera tiene un ultimátum de la banca acreedora, que vence el 30 de junio, para evitar el concurso de acreedores. En este plazo, debe llegar un inversor dispuesto a poner dinero nuevo (concretamente, 125,7 millones de euros) para que se realice una ampliación de capital, y tras esta, se ponga en marcha el acuerdo de refinanciación. Es decir, todos a la espera de que Ángel del Valle acceda a vender susderechos de suscripción preferente y la amplición pueda llevarse a cabo sin problemas.

En caso contrario, los bancos se remitirán a la cláusula suspensiva que anula todo e irán al juez para que declare el concurso de acreedores. Claro que la necesaria entrada de dinero nuevo no es la única piedra en el camino: si finalmente llega, en la ampliación de capital, Del Valle podría negarse a vender sus derechos (aunque valdrían muy poco -el 24,39% pasaría a ser un 4%-) y añadir dificultades, por lo que la banca también podría ir al juez para el concurso de acreedores.

Y por cierto, en todo este panorama, no hay que olvidar la operación de la familia Álvarez Arrojo para que el fondo Petroza, de la familia mexicana Zambrano, tenga una opción de compra sobre la participación (24,39%) de Inversiones Somió. Lo cierto es que los bancos rechazsn a lsomexicanos porque les parece un aparcamiento de Ángel Del Valle.