Duro Felguera ha celebrado junta extraordinaria de accionistas con un punto principal en el orden del día: el visto bueno al plan de refinanciación pactado con la banca, un paso más para escapar de la crisis que amenaza el futuro de la empresa. Ha recibido un respaldo casi unánime (98,4%).

El escollo salvado esta vez es la aprobación de las dos emisiones de bonos convertibles (de 98,7 y 142,7 millones) que suscribirán los bancos para reducir la deuda de 318 a 85 millones y favorecer el rescate. Su voluntad, no obstante, no es permanecer en el capital: esperan a la ampliación de 125,7 millones. Si no hay suscriptor, los bancos activarán las cláusulas suspensivas de lo previsto en el plan de reestructuración.

A esa decisión se ha unido otra, a propuesta de uno de los accionistas: la destitución del ex presidente de la ingeniería, Ángel del Valle, también como consejero no ejecutivo, el único cargo que mantenía desde su dimisión, en noviembre pasado, por exigencia de la banca. A Del Valle le sustituyó Acacio Rodríguez (ambos en la imagen), que ha insistido, sin dar nombre, en que hay inversores interesados. Es la gran incógnita.

Aunque sigue el drama, ya están aprobadas las dos emisiones de bonos para reducir la deuda a 85 millones

Su salida ha sido avalada por el 66% de la asamblea. En otras palabras, una amplia mayoría, a pesar se mantenía como consejero por representación del principal accionista, la familia Álvarez Arrojo (24,4%) a través de Inversiones Somió. Era el único tras la salida, en marzo, de los otros consejeros, para salvarse, de paso, de posibles conflictos judiciales.

Los Álvarez Arrojo, en cualquier caso, no podrán acudir a la ampliación de capital, el paso capital que depende del socio industrial que invierta en la empresa y que todavía no ha aparecido. Es la condición sine qua non de lo demás. Es la diferencia con respecto a Abengoa: sólo quiere dinero nuevo.

Por ese motivo, la junta extraordinaria ha sido un trámite más entre otros acuerdos de intenciones, dentro de la cuenta atrás para evitar el concurso de acreedores, como también lo fue la ampliación de capital aprobada en la junta de accionistas.