El crecimiento del beneficio de Deutsche Bank hasta marzo ha sido del 48,3%, hasta los 178 millones de euros. A primera vista, un resultado espectacular, pero que no lo es cuando se analiza la cuenta con un poco de detalle.

Para empezar, la cifra de negocio cayó un 8,9%, hasta los 6.351 millones de euros. Menos mal que los gastos al margen de intereses también se redujeron, un 8,3%, hasta los 5.919 millones. Esa ha sido la clave del trimestre, porque tanto la división de banca corporativa y de inversión, como la de banca privada y comercial, cayeron. La primera, un 13,4%; la segunda, un 4,8%. Tampoco se libró la división de gestión de activos, que retrocedió un 3,7%.

La clave del trimestre ha sido el ahorro de costes, que “compensó ampliamente los menores ingresos”, según el banco

Así las cosas, la clave del trimestre ha sido el ahorro de costes, que “compensó ampliamente los menores ingresos”, según el banco. Y en esa reducción de costes ha jugado un papel principal la reducción de plantilla que, durante los últimos doce meses, ha sido de 5.667 empleados.

Sea como fuere, a la alegría del aumento del beneficio se une la reacción alcista que tuvo la entidad en bolsa cuando el jueves se anunció la ruptura de las negociaciones de la fusión con Commerzbank. El Deutsche subió y el Commerz bajó, pero eso sólo significa que el primero es el menos malo de los dos.