Otra vez el engaño: Barcelona y Lérida prohíben las misas
Los Mossos d’Esquadra han detenido este domingo por la tarde a un hombre de nacionalidad francesa que intentaba entrar en el templo de la Sagrada Familia portando cinco cargadores de munición para arma de nueve milímetros en su mochila. El arrestado, que iba acompañado por su familia, ha sido conducido a la comisaría de Les Corts, donde está siendo investigado, según ha explicado la policía autonómica, que no cree que se tratara de un intento de atentado terrorista. De hecho, en el templo y sus alrededores ha reinado la normalidad el resto de la jornada, sin ningún operativo especial, según El Periódico.
Han sido los vigilantes de seguridad del recinto quienes han detectado hacia las cinco de la tarde la munición dentro de la mochila durante el control rutinario del escáner de seguridad. Estos han avisado a los Mossos, a los que el sospechoso, de origen magrebí, ha explicado que era miembro del ejército y llevaba los cargadores encima por despiste, tras haber estado haciendo prácticas de tiro.
A continuación, los agentes han inspeccionado el vehículo del militar, aparcado en la zona, donde han hallado un arma de fuego que tenía el número de serie borrado. Lo han detenido por tenencia ilícita de armas.
La noticia se produce una semana después de que el Departamento de Estado de los EEUU alertase a sus ciudadanos sobre la posibilidad de un atentado yihadista en la Rambla
La policía catalana está comprobando con sus homólogos franceses los datos y versión aportados por el individuo, que está colaborando con los Mossos en todo momento. Investigan por qué portaba armas fuera de su país, pero no creen que pretendiera llevar a cabo ningún atentado en la ciudad.
La noticia se produce justo una semana después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos alertase a sus ciudadanos de la posibilidad de un atentado yihadista en la Rambla, recomendando tomar precauciones.
Los diversos cuerpos policiales han estado buscando esta semana a Brahim Lmidi, un conductor de autobuses de Casablanca, como sospechoso de preparar un atentado mediante un atropello masivo. La ciudad ha mantenido el nivel de alerta 4 terrorista, pero ha reforzado la seguridad en algunos puntos sensibles.