Contemplen este vídeo con instrucciones y recomendaciones -en la sociedad lunática del Covid lo uno se confunde con lo otro- de la Comunidad de Madrid. No rían demasiado porque es para llorar, pero tampoco lloren en demasía porque no conviene tomarse en serio la chifladura. 

Ojo chifladura de las normas que repiten gobiernos europeos y comunidades autónomas en general, en plena neurosis generalizada provocada por el miedo al muerte que ha generado, más que el propio virus, la mencionada histeria. Ahora bien, alguien está aprovechando el Covid para implantar el Gran Hermano global. Estamos ante la tiranía global y total... por razones sanitarias. Mucho me temo que la única salida consista en incumplir la ley

Por cierto, todas las normas sanitarias contra el Covid atentan contra la civilización cristiana, en especial contra la familia: ¡Qué casualidad!

Por favor, reparen en el video sociópata: prohibido besar, prohibido abrazar, prohibida la vida en familia, no te acerques a un metro y medio de tu mujer o tu hijo... pero, ¿nos hemos vuelto locos?

Por cierto, otra casualidad: todas las normas sanitarias contra el Covid atentan contra la civilización cristiana, en especial contra la familia: ¡Qué casualidad! Dentro de poco, nos obligarán a poner, como en 1984, una cámara encima de la mesa del comedor y otra encima de la cama, mientras un grupo de patanes, desgraciadamente alguno periodista, nos anima a cumplir las normas porque "esto no es un juego".

Modestamente -o no- propongo la rebelión: incumplamos todas estas normas absurdas: las leyes injustas no hay que cumplirlas. 

Porque claro, lo de que en casa tengas que ponerte el bozal -perdón mascarilla- también en las comidas... Ya saben, cada vez que subas la cuchara a la boca te bajas la mascarilla. 

A lo mejor, dentro de poco se suprimen todos los alimentos y nos nutren por suero o con alguna masa viscosa que nos introducirán por donde proceda: la imaginación es libre.

¿Mantener la distancia de seguridad con la familia en el hogar? Las familias numerosas van a tener que comprar una casa-palacio. 

En Hispanidad hemos repetido que las tiranías del siglo XXI se perpetrarán en nombre de nuestra salud y de nuestra seguridad. Pues eso.

Háganme un favor, vuelvan a ver el vídeo. Si no se escandalizan es porque ya es usted un buen ciudadano del Gran Hermano Global, la tiranía planetaria del Covid.

Rebelaos, incumplid la ley: las leyes injustas no hay que cumplirlas. En casa tienes que ponerte el bozal -perdón mascarilla- ¡también en las comidas! y mantener la distancia de seguridad. De locos

Y por cierto, si lo piensan bien, todas las medidas atentan contra el modo de vida cristiano -el más alegre y libre del mundo- así como contra la familia, esa célula de resistencia a la opresión, garantía de libertades. Otra casualidad.

Ojo, hablamos de la Comunidad de Madrid, que era la más reticente a restringir las libertades... ¡Yehaaaa!

La solución: incumplir las normas. Ojo, con astucia: burlar la ley e intentar evitar el castigo. Hablamos de una tiranía global.

Por un casual, ¿no nos habremos vuelto imbéciles?