Este miércoles 28 de noviembre, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, promulgó la ley de identidad de género que permitirá el cambio de nombre y sexo registral incluso para menores desde los 14 años, recoge Aciprensa.

La ley comenzó su tramitación durante el Gobierno de Michelle Bachelet, el 7 de mayo de 2013, bajo el nombre de proyecto de ley que “Reconoce y da Protección al Derecho a la Identidad de Género”.

Aunque algunos parlamentarios presentaron un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional, este fue rechazado el 25 de octubre.

La ley define la identidad de género como la “convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma, la cual puede corresponder o no con el sexo y nombre verificados en el acta de inscripción del nacimiento”.

La ideología de género es una de las obsesiones del Nuevo Orden Mundial y busca implantarla en todo el mundo

A partir de los 18 años una persona podrá “obtener la rectificación del nombre y sexo” registral por hasta dos veces.

En tanto los menores entre 14 y 18 años de edad deberán tramitar la solicitud en un tribunal de familia y contar con la aprobación de al menos uno de sus representantes legales. En caso de no contar con ello, debe pedir la intervención de un juez para proceder al cambio de nombre y sexo en el Registro Civil.

Una vez que el menor haga el cambio no podrá retractarse, sino hasta que cumpla 18 años, la mayoría de edad en Chile. Los menores que tienen menos de 14 años finalmente no fueron contemplados en la ley.

Una de las consecuencias, es el peligro para la familia natural

En cualquier caso, Piñera ha cedido ante el Nuevo Orden Mundial y ha metido a Chile en la senda de la ideología de género, que, promovida por diversos países y organismos internacionales en la educación de niños y jóvenes, es una corriente que considera que el sexo no es una realidad biológica, sino una construcción sociocultural. Es decir, que cada uno puede elegir su sexo con independencia de su biología.

Una de las consecuencias de ello es el peligro para la familia natural, pues se rompe el esquema natural: "matrimonio-amor-sexualidad (varón y mujer)-procreación". Todo lo cual atenta contra la ley natural, pues todo el mundo sabe con la sola razón que se nace hombre o mujer y nadie nos pidió permiso para ello, como tampoco para nacer.