Sigan esta pista: en Castilla-León, que preside el ex alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández-Mañueco, los militantes se han rebelado. Y esto es bello e instructivo, porque descubre que el PP, un partido nacido del ideario cristiano, tiene aún militantes católicos que se sienten engañados por la derecha pagana que ahora rige la formación pepera.

Han pedido explicaciones sobre la nueva norma abortista, absolutamente innecesaria, que pretende que se perpetren abortos en todos los hospitales públicos. Es decir, cargarse la objeción de conciencia de un personal médico que realizó el juramento hipocrático.

El PP vive una venenosa catarsis: la derecha pagana de Ciudadanos se ha hundido pero Rajoy y Feijóo se empeñan en que el PP sea… Ciudadanos

La propuesta del Partido Popular, sí del Partido Popular, fue aplaudida por Podemos, PSOE y Ciudadanos, naturalmente.

Es un paso más del acuoso y cobarde Mañueco y de la campaña del marianismo -sí, por ahora centrémoslo en Mariano Rajoy y en Alberto Núñez Feijóo- cuya operación consiste en reclamar aborto, matrimonio homosexual, feminismo, ideología de género, los 200 -¿o eran 300?- tipo de familias y, en general, todas y cada una de la proclamas de la jerigonza progre.

En resumen, vivimos un chantaje a Pablo Casado, presidente del PP, que podemos resumir en esta fórmula: renuncia a Cristo y serás presidente del Gobierno. Si no, volveremos a refundar el PP. Y ya sabes lo que eso significa, amigo Pablo.

Casado debe recordar que  los políticos que renuncian a sus principios están abocados a su pronto final

El PP vive una venenosa catarsis: la derecha pagana de Ciudadanos se ha hundido pero Rajoy y Feijóo se empeñan en ser… Ciudadanos. Algo así como pasar de derecha tibia, lo que ahora son, a derecha pagana. Me pregunto qué es peor.

En el entretanto, en Moncloa están felices. Tienen la coartada del apoyo pepero en Europa mientras en España siguen practicando el frentepopulismo de la… III república. Porque claro, la derecha pagana coincide con el Sanchismo en una economía de subvención pública y deuda permanente y creciente, así como en su miedo cerval a asumir riesgos y a re-industrializar España.

Ahora, Casado tendrá que elegir. Si elige volver a sus orígenes cristianos, tendrá que hacer una purga entre los suyos y entre la oposición interna que tiene en su Partido. Porque don Pablo: nadie da lo que no tiene.

En Moncloa están felices. Tiene la coartada del apoyo pepero en Europa mientras en España siguen practicando el frentepopulismo de la III República

Claro que la apariencia es que Casado ya ha elegido. En ese caso, no he dicho nada.

Si no lo ha hecho, de entrada tendrá que meter en vereda al progre Feijóo. Si escoge la ya iniciada y acelerada descristianización del Partido Popular, competirá en progresía con Pedro Sánchez y ni tan siquiera se distanciará de él en economía: ambos son socialdemócratas.

En lo único que discrepará es en lo que atañe a la unidad de España, pero también ahí topará con dos problemas:

1.El cristianismo es lo que ha forjado España. Si prescindes de Cristo, la unidad de España sólo se sustenta en la historia, y el hombre en un ser libre llamado a cambiar la historia.

2.Dará pábulo a la imagen de un Sánchez moderado y centrista, que se jalea con todo: con unionistas como Ciudadanos y con separatistas como PNV, ERC y hast Bildu. Conclusión, todo los desinformados acabarán por ver a Pedro Sánchez como el hombre de estado, que embrida a los dos extremos. Sí, hay que ser muy idiota para pensar eso pero muchos lo pensarán.

Y mientras tanto, frentepopulismo y guerracivilismo crecientes, camino de la III República.

Es decir, que prescindir de Cristo no sólo constituye una traición a las raíces cristianas del Partido Popular sino que, además, con esa traición Pablo Casado jamás llegará a Moncloa. Es más, se lo merendarán sus muy progres críticos del PP. Por ejemplo, el cáncer gallego: los políticos que renuncian a sus principios están abocados a su final.

Los afiliados de Castilla-León marcan el camino.