Cifuentes, ante los medios, con expresión bonancible.
El ‘caso del máster’ de Cristina Cifuentes ha llegado este miércoles a la Asamblea de Madrid. La presidenta madrileña no dimite, pero estará bajo sospecha hasta las próximas elecciones municipales. Parece que el PP debería ir pensando en un nuevo candidato para no perder otro de sus bastiones.
Ciudadanos alarga la cuestión y por tanto, la agonía
Ciudadanos ha descartado plantear una moción de censura, como pedían los otros dos partidos de la oposición -PSOE y Podemos-, de hecho el primero va a presentarla y el segundo ha manifestado que le apoyará. Secundar esta opción es delicado para el partido naranja por sus posibles consecuencias a nivel nacional y más en estos momentos:
- no hace otra cosa que crecer en las encuestas
- apoya el proyecto de Presupuestos del Gobierno Rajoy
- dejaría mal a Albert Rivera, que ha sido bastante crítico con Podemos y Pablo Iglesias
Ignacio Aguado, portavoz de Ciudadanos en Madrid, tampoco ha valorado romper su pacto con el PP en la región. Y todo ello, a pesar de que el punto tres diga: separación de cualquier cargo público que haya falsificado o engañado en relación a su currículum o su cualificación profesional o académico.
El líder naranja en Madrid prefiere pedir “una comisión de investigación para aclarar toda la verdad y dirimir las responsabilidades en el caso de la presunta falsificación” en el máster de Cifuentes. Una iniciativa en la que espera contar con el apoyo de PSOE y Podemos, a pesar de que los ve “más preocupados por repartirse los sillones de la Puerta del Sol que por saber qué ha pasado”. En cualquier caso, se repite aqui la estrategia de la Comisión sobre financiación irregular del PP, en el Congreso de los Diputados: meses de titulares para una comisión que, por llamarse de investigacion, no investiga nada de nada.
Aguado ha subrayado que “la estabilidad de la Comunidad y el futuro de siete millones de madrileños merecen que actuemos de forma responsable y que sepamos la verdad antes de tomar decisiones”. Eso sí, ha advertido que si la comisión confirma los hechos, “a Ciudadanos no le temblará la mano a la hora de ser contundentes”, como han demostrado en Murcia o Andalucía.
La corrupción como instrumento de lucha política
La corrupción se ha convertido en instrumento de lucha política para todos los partidos. De esto, sabe bastante Cristina Cifuentes, quien se ha empeñado en acariciar la cabeza de la serpiente… y la serpiente le ha mordido. Así, aunque defienda la legalidad de su máster, ahora está polícamente muerta y no será presidenta del Gobierno.