Al menos 24 personas murieron y 18 resultaron heridas el domingo 16 de febrero en un ataque yihadista contra una iglesia protestante en un pueblo del norte de Burkina Faso, anunció el lunes el gobernador de la región del Sahel, recoge Swissinfo.

"El balance provisional deja 24 asesinados, incluido el pastor de una iglesia protestante. Igualmente, lamentamos 18 heridos y personas secuestradas", indicó el coronel Salfo Kabore en un comunicado transmitido a la AFP.

El domingo "un grupo armado terrorista irrumpió en el pueblo de Pansi [...], provincia de Yahgha, y atacó a la apacible población de la localidad", detalló.

Otras fuentes hablan de que los agresores se llevaron secuestrado al sacerdote. Según esa información, hasta el momento se desconoce el estado y el paradero del religioso así como la identidad y los motivos de los terroristas, añadió Religión en Libertad.

"Es difícil tener una idea de la situación pues los habitantes huyeron tras el ataque", declaró a la AFP un vecino contactado en Sebba, localidad cercana donde se refugiaron pobladores de Pansi. "Incluso en Sebba hay una situación de psicosis porque terroristas mataron a cristianos y su pastor", agregó este habitante que quiso conservar el anonimato.

El 10 de febrero, un grupo de yihadistas irrumpió en Sebba y secuestró a siete personas en el domicilio de un pastor. Tres días después, fueron halladas muertas cinco personas, entre ellas el pastor

Por otra parte, el 10 de febrero, un grupo de yihadistas irrumpió en Sebba y secuestró a siete personas en el domicilio de un pastor. Tres días después, fueron halladas muertas cinco personas, entre ellas el pastor, y otras dos (mujeres) sanas y salvas, según el gobernador de la región del Sahel.

Varios imanes fueron asesinados igualmente por yihadistas en el norte de Burkina desde que hace cuatro años comenzaron los ataques, cada vez más frecuentes y mortíferos.

Desde 2015, los yihadistas han dejado unos 750 muertos y 600.000 desplazados en Burkina Faso, país fronterizo con Malí y Níger.

Y según la ONU, 4.000 personas murieron en 2019 en ataques yihadistas en estos tres países.