- Cameron ya incoó un proceso que puede resultar revolucionario.
- Reino Unido podría perder 73.000 millones en recaudación con un Brexit duro, según The Times.
- Pero, al ser soberano en todos los aspectos, podría compensarlo reduciendo el gasto público o subiendo impuestos.
- A pesar de no considerarse proteccionista, la primera ministra británica podría imponer el veto a las inversiones extranjeras.
- Sánchez Galán viaja de urgencia a Reino Unido tras el anuncio de medidas para rebajar el "injusto" precio de la luz.
Reino Unido movió ficha en el congreso anual del Partido Conservador, donde quedó patente la apuesta por un
Brexit duro, y ahora hay más alarma en las empresas con negocio allí. Pero lo que más temen las españolas
Iberdrola,
Telefónica,
Santander y
Ferrovial, entre otras, es que
Theresa May convierta el Impuesto de Sociedades en IVA.
Esto no es baladí, pues Reino Unido podría perder 73.000 millones de euros en recaudación con un Brexit duro,
según el diario The Times. Una
importante caída en ingresos fiscales -supone el 9% de la recaudación prevista este año y el 65% del presupuesto anual de la sanidad pública- que podría obligar a la
premier británica a
reducir el gasto público o subir los impuestos.
En esto último, al ser un país soberano en todos los aspectos (incluido el fiscal), es donde tendría cabida la conversión del
Impuesto de Sociedades en
IVA. Es decir, May pasaría a cobrarles por cada producto o servicio que venden en Reino Unido y no por los beneficios que obtienen. Una medida con la que May busca no sólo ingresar más dinero sino también proteger a las
empresas británicas.
Eso sí, el cambio podría ir más allá y ser el precedente de una transformación mundial para luchar contra los paraísos fiscales. Recuerden que en este asunto ya empezó a trabajar el antecesor de May, David Cameron, aunque no sin problemas.
Al mismo tiempo, a pesar de no considerarse
proteccionista, para
mantener la Citi londinense -emblema del liberalismo por excelencia- y dárselas de liberal, May quiere intervenir y podría imponer
veto a las inversiones extranjeras. Intervención que empieza por las
tarifas, pues el Gobierno
tory ya ha anunciado medidas para rebajar el "injusto" precio de la luz. Y la respuesta por parte de una de las principales afectadas, Iberdrola, que obtiene cerca de un 30% de su beneficio operativo en Reino Unido, no se ha hecho esperar: su presidente,
Ignacio Sánchez Galán,
ha viajado de urgencia a Londres para reunirse con miembros del Ejecutivo.
Claro que
el panorama tampoco pinta demasiado bien para el
sector financiero de Reino Unido, donde están presentes el Santander, el
BBVA y el
Sabadell. Según un análisis de Oliver Wyman para CityUK, un 'Brexit duro' tendría un impacto de hasta 75.000 empleos
y la pérdida de unos 11.000 millones en impuestos. Y a todo esto se une la gran
devaluación de la libra, que está en mínimos de hace más de 30 años.
Todo lo señalado es el prólogo a la
primera visita a España de Theresa May, que se reunirá el próximo jueves con Mariano Rajoy. El Brexit y sus consecuencias -cuya
primera víctima son las compañías aéreas, entre ellas
Iberia (integrada en el holding IAG)- serán, cómo no, el principal tema a tratar con la nueva
Dama de hierro, pero ¿hablarán de Gibraltar? Veremos.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com