Onur Genç sostiene que el ajuste de personal es inevitable
No hay nada que hacer. El ajuste de 3.450 empleados que prepara el BBVA es inevitable. Ni siquiera el hecho de que haya vuelto a beneficios pre-covid es un argumento válido para, si quiera, repensar la estrategia. Y es que, según Onur Genç, los 1.210 millones ganados durante el primer trimestre se deben, en gran medida, al resultado de operaciones financieras (ROF). El negocio clásico bancario continúa a la baja y no se puede vivir permanentemente de ingresos no recurrentes.
“En dos años se ha reducido una parte del negocio a la mitad. Eso es algo que requiere una reacción y es lo que estamos haciendo con estos planes de eficiencia”, ha justificado el consejero delegado durante la presentación de los resultados a la prensa. “Hay que garantizar la viabilidad futura del negocio y la sostenibilidad del empleo”, ha afirmado.
Luego está la digitalización. Las transacciones en las oficinas se han reducido un 50% en dos años, mientras las operaciones digitales se han multiplicado por dos. Incluso los clientes más mayores se están acostumbrando a operar online, según el CEO. Lo que no ha mencionado son las comisiones por operar en la sucursal, aunque sea la propia, y el malestar que esto ha generado entre la clientela.
¿Que los clientes se han digitalizado? Claro, porque el banco les ha obligado a ello.
Por cierto, la inversión del BBVA en Coinbase (bitcoin) generará unas plusvalías en el segundo trimestre de entre 200 y 250 millones de euros, según Genç. Por cierto, ¿qué hace un banco serio especulando con el resbaladizo mundo bitcoin?
Vamos con las cifras. Empezaremos diciendo, como hemos señalado antes, que el resultado neto obtenido ha sido de 1.210 millones de euros (M€), ligeramente por encima de las previsiones del mercado. En el primer trimestre del pasado ejercicio, en plena explosión del Covid, el resultado fue de -1.792M€ y contemplaba -2.224M€ por el deterioro del fondo de comercio del negocio en EEUU y 2.164M€ por deterioros de activos financieros por la situación sanitaria (o aprovechando esta situación). El resultado del trimestre muestra una mejoría respecto a los dos trimestres últimos del pasado ejercicio que, aunque el cuarto registró 1.320M€ de beneficio, incluía 304M€ extraordinarios por la venta de Allianz.
El margen de intereses continúa registrando descensos en sus cifras, endémicas ya por la situación de los tipos de interés. Así, los 3.451M€ registrados en el trimestre supone un 14,2% menos que en el mismo periodo de 2020. El margen ha registrado un descenso de 0,35 puntos en los últimos doce meses. El abandono de la política anterior ‘libre de comisiones’ está permitiendo el crecimiento de esta partida y así los 1.133M€ registrados supone un 0,8% más que el primer trimestre de 2020. Con todo, el margen bruto de explotación, 5.155M€ es un 10,8% inferior al del mismo periodo del pasado ejercicio por el lastre que ha supuesto la fuerte reducción del margen y los ligeros incrementos en el ROF y comisiones.
Parece que a la vista de estas cifras empieza a llover menos para el BBVA, en especial en España, con resultados positivos después de los 130M€ de pérdidas en 2020
La partida de gastos de explotación va a ser en los próximos meses y ejercicios el centro de mesura del éxito de la política que están diseñando gran parte de las entidades. La competencia en el negocio ofrece una pobre capacidad de maniobra, los tipos de interés no van a subir -económicamente sería un suicidio, sobre todo por la abultada deuda pública-, y las comisiones dan para un parche, por lo que la reducción de costes parece ser la forma de mejorar la rentabilidad una vez conseguida una digitalización total del negocio. De momento, los gastos de explotación, 2.304M€, se han reducido en un 7% interanual (+1,8% a tipos de cambio constantes) respecto al mismo periodo de 2020. Durante el resto de los trimestres fueron ligeramente inferiores. La partida dedicada al personal, 1.184M€, viene suponiendo el 51,4% del total. Por mucho que las cifras que nos vienen anunciando de reducción de 3.450 empleos y el cierre de 530 oficinas, unidas a los 4.020 empleos y 440 oficinas reducidas en el pasado ejercicio, dudo que mejoren la rentabilidad en un corto plazo, en especial viendo las condiciones en las que se desarrolla la labor comercial en sus oficinas y que están denunciando algunos gestores en videos en la red. Este es el momento de la verdad y ver el resultado de la obsesión enfermiza iniciada y demostrada por Francisco González por la digitalización del BBVA.
El margen neto se ha reducido en un 13,6% y a partir de aquí las cifras que veremos justifican el mejor resultado neto obtenido. Primero, por los deterioros de activos financieros, 923M€ que representan 1.241M€ menos que los registrados en 2020, 151M€ de provisiones, casi un 50% menos y, sobre todo, los 177M€ registrados como resultado de operaciones interrumpidas por los negocios de EEUU con acuerdo de venta a PNC, que ya hemos visto en el primer trimestre de 2020, registraron un deterioro de 2.224M€ .
Mirando otras cifras, los préstamos y anticipos a la clientela (322.866M€) representan un 3,3% menos que en 2020. En cambio, los depósitos de la clientela se incrementan un 4% y los recursos totales, un 5,6%. El ratio de eficiencia (44,7%) es un 1,8% superior al del primer trimestre de 2020, pero desciende un 0,4% en comparación con el cuatro trimestre del mismo año. La tasa de morosidad crece desde el 4% en 2020 al 4,3% actual, con una cobertura que al contrario de la competencia, se ve reducida en 2 puntos interanuales. El ratio de solvencia CET1 Fully-Loaded alcanza el 11,88% sin reflejar el impacto positivo que tendrá la venta de EEUU, (11,73% en diciembre del 2020).
Parece que a la vista de estas cifras empieza a llover menos para el BBVA, en especial en España, con resultados positivos después de los 130M€ de pérdidas en 2020. El camino, no obstante, le va a parecer muy largo, pero con la inyección de efectivo que le va a suponer la venta del negocio en EEUU todo parecerá más fácil. De momento los inversores parecen felices con la intención de retornar a los dividendos en 2021, con un pay out del 35 al 40% del beneficio en efectivo.