• "Los bancos tienen casas vacías, no porque les guste, sino porque los clientes no les han pagado", dice la consejera delegada.
  • Dancausa no habla de fusiones, pero si del cierre de oficinas y la reducción de plantilla: es el modo de ganar en eficiencia.
  • El círculo vicioso de la banca: necesita capital, por eso concede más crédito, pero con más riesgo, sobre todo hipotecarios.
  • No le asunta la banca extranjera: entrará en el mercado español, pero los bancos españoles podrán hacer lo mismo fuera.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa (en la imagen), ha aprovechado la intervención, este jueves, en un desayuno informativo de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (Cede), para airear su propia radiografía del sector bancario en España. Y, de paso, no ha dejado escapar la oportunidad para plantear una queja por el atropello que supone que algunos ayuntamientos, como el de Barcelona -aunque no lo ha citado- se estén planteando cobrar a la banca por sus viviendas vacías. "Los bancos no queremos tener esas casas vacías. Las tenemos porque los clientes no nos han pagado. Si encima hay que pagar por ellas, me parece una broma", ha denunciado la banquera. Y el comentario es pertinente, si tenemos en cuenta que ayer mismo Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y ex portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, anunció que el consistorio había multado con 60.000 euros a varios bancos -12 sanciones de 5.000 euros cada una- por mantener pisos vacíos fuera del mercado. Pero ha dicho más cosas María Dolores Dancausa, que se resumen, esencialmente, en el círculo vicioso en el que están inmensos los bancos españoles. Se le obliga a dotarse de capital, para ello tiene que conceder más créditos y, encima, en buenas condiciones, a pesar de que los tipos de interés están próximos a cero. La última cola de la pescadilla es que como tampoco baja la morosidad, esos créditos cada vez tienen más riesgo. ¿Cuál es la realidad?: que la banca española, según Dancausa, no está preparada para afrontar ese escenario, sobre todo si tenemos en cuenta que su principal fuente de ingresos procede del margen de intermediación. Y por eso también Dancausa ha advertido de los riesgos de la fuerte competencia, por ejemplo, en el mercado de hipotecas, con lo que se podría volver, paradójicamente, al escenario previo a la crisis, en el que esos créditos "pesaban como losas en los balances bancarios". Dancausa ha apuntado también a las consecuencias. No ha hablado de fusiones, pero sí de que la banca, más aún en un entorno de tipos de interés bajos, tendrá que ganar en eficiencia rematando el cierre de oficinas y la reducción de plantilla que comenzó con la reestructuración del sector. La consejera delegada de Bankinter se ha hecho eco también del descenso de las operaciones en las propias sucursales, que justifica lo anterior, para avisar sobre la entrada de la banca extranjera en el mercado español. "En un futuro próximo, los clientes podrán operar con bancos sin presencia en España". Pero hay dos caras en esa moneda, como en casi todo: los bancos españoles también tendrán la oportunidad de hacer lo mismo más allá de su mercado natural. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com