- El pasado verano, más de 125.000 cristianos tuvieron que huir de Mosul y la llanura de Nínive ante el avance de los yihadistas.
- "Hay que darse cuenta de que una antigua comunidad está desapareciendo"; pero "es importante que los cristianos se queden en Irak".
- También dijo: "Los imanes suelen condenar los crímenes solo porque dañan la imagen del Islam".
- Y pidió a los cristianos de Occidente que sigan rezando por los habitantes de Irak y de Oriente Medio.
En una entrevista con la Fundación
Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el
arzobispo caldeo de Erbil (Kurdistán iraquí), Mons. Bashar Matti Warda (
en la imagen), calificó de insuficientes las condenas de los actos del Estado Islámico por parte de clérigos musulmanes: "Hasta ahora no hemos oído condenas auténticas que rechacen esos actos por dirigirse contra personas humanas, ya sean musulmanes, cristianos o judíos".
Prosiguió: "
Los imanes sunitas suelen condenar los crímenes solo porque dañan la imagen del Islam. Pero, ¿qué sucede con las víctimas? Cuando oigo discursos de clérigos sunitas, mi impresión es: si los actos de Estado Islámico sucedieran sin despertar la atención de los medios, no tendrían nada que objetar". Naturalmente que en el mundo islámico hay voces que llaman a una nueva interpretación del Islam. "Pero creo que se encuentran solo en el principio".
Para Mons. Warda, se precisará mucho esfuerzo para conseguir una reconciliación interna de sunitas y chiíes en Irak: "Las heridas son muy profundas. Solo desde 2003 ha habido 25 mil víctimas no identificadas en ambos lados. Se pretendía desfigurar al otro de tal modo que no fuera posible el último acto de caridad de los familiares: un entierro digno. Esto muestra lo profundo que era y es el odio". Una reconciliación interna presupone por ello la buena voluntad de la política en Irak, pero también de las potencias de la región, Irán y Arabia Saudí, que ejercen mucha influencia sobre la política iraquí. "Pero todavía no se ha llegado a ello" manifestó el arzobispo caldeo.
"A corto o a largo plazo tendrá que cambiar la situación. Después de tanta violencia y de 1,8 millones de refugiados en el propio país se producirá un momento de extenuación, en que se diga: ¡basta ya!", afirmó.
Mons. Warda reconoció que ha visto grandes progresos en relación con la situación humanitaria de los refugiados cristianos: "Gracias a Dios, y con la ayuda de nuestros socios internacionales, hemos podido hacer mucho. Ayuda la Iglesia Necesitada es nuestro socio más grande y más importante en esta crisis. Actualmente, nos concentramos sobre todo en tres cosas: vivienda, escuelas y sanidad".
Asimismo,
pidió a los cristianos de Occidente para que sigan rezando por los habitantes de Irak y de Oriente Medio: "Creemos en el poder de la oración". Junto a la necesaria ayuda material, es también decisivo que organizaciones humanitarias como AIN llamen la atención de políticos y medios sobre la situación en la región, dijo.
"Hay que darse cuenta de que una antigua comunidad está desapareciendo"; pero, prosiguió el arzobispo caldeo, es importante que los cristianos se queden en Irak. "Tenemos lo que aquí hace falta: la cultura del diálogo, de la paz, de la caridad y de la reconciliación. Con nuestras escuelas y centros de educación, podemos ayudar a cambiar el país.
Muchos políticos iraquíes me han dicho que Irak no sería el mismo sin los cristianos".
"Si se perfilara la reconquista de las poblaciones cristianas ocupadas por EI, esto daría mucha esperanza a los refugiados cristianos y les animaría a quedarse", aseguró Mons. Warda.
El arzobispo caldeo de Erbil, en cuya diócesis han encontrado refugio decenas de miles de cristianos que han huido de sus pueblos, señaló sin embargo que serán necesarios varios meses hasta que se liberen los territorios ocupados por los milicianos del Califato Islámico en Mosul y la cercana llanura de Nínive.
El
pasado verano, más de 125.000 cristianos tuvieron que huir de Mosul y la llanura de Nínive ante el avance de las milicias yihadistas. "Nuestra gente se siente dejada de lado. Tienen la impresión de que, para el Gobierno iraquí, hay territorios estratégicamente más importantes que la llanura de Nínive", lamentó.
"Si el Gobierno quisiera liberar primero Mosul, muchos musulmanes huirían del conflicto armado, de la ciudad al campo. ¿Adónde irían? Probablemente a las poblaciones cristianas que han quedado vacías cerca de Mosul. Esto podría provocar dificultades más tarde. Sin embargo, si el Gobierno comenzara su operación en la llanura de Nínive, las poblaciones cristianas quedarían fuertemente afectadas por las luchas", apuntó.
En sus declaraciones, Mons. Warda se mostró escéptico sobre la protección de las poblaciones cristianas cercanas a Mosul, después de su liberación. "Antes tendría que producirse un proceso de reconciliación en los territorios afectados, para que los vecinos musulmanes no vean en esas tropas internacionales una presencia enemiga. Por esto, creo más bien que nos dirigimos hacia una guardia nacional".
La guardia nacional, en la que se está pensando actualmente -explicó- se apoya en las personas que viven en esas poblaciones, pero está integrada en el sistema iraquí de defensa. En este sentido, rechazó las agrupaciones militares de carácter religioso, pues eso solo complica la situación: "Como Iglesia, desde un principio dejamos claro que estamos en contra de milicias cristianas. Preferimos que nuestros jóvenes, si fuera el caso, ingresen en las fuerzas armadas kurdas o iraquíes".
Por último, el arzobispo caldeo consideró necesario un viaje del
Papa Francisco a Irak. "El pasado noviembre hablé directamente con Su Santidad y le dije que nos gustaría mucho darle la bienvenida en Erbil. Me contestó que le gustaría mucho venir, pero que sus colaboradores no se lo permitirían actualmente". Él mismo -desveló- cree que tal viaje es posible. "Pero se necesitará algo de tiempo".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com