Arias Cañete quiere potenciar las regasificadoras españolas pero se olvida de lo más importante: la interconexión con Francia
- La mitad de las plantas europeas están en España.
- Por eso, la construcción del Midcat, gasoducto que une nuestro país con Francia, es prioritaria y anterior al plan de Cañete.
- Francia, ahora sí, está dispuesta a la interconexión con España, pero va tan lenta…
Depender de un solo proveedor no es aconsejable. Y menos aún si se trata de algo tan fundamental como la energía. Por eso, la crisis entre Rusia y Ucrania del año pasado hizo saltar todas las alarmas en la Unión Europea. No es para menos: el 30% del gas que consume Europa proviene de Rusia y la mitad de ese gas llega a través de los gasoductos de Ucrania.
Conclusión: hay que aumentar el número de proveedores de gas y diversificar las fuentes por las que llega al continente. El comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete (en la imagen), lo sabe bien y, desde que asumió el cargo se ha dedicado a lanzar mensajes en esta línea, como el del pasado día dieciséis, cuando presentó el gasoducto que permitirá la entrada de gas a Europa a través de Italia.
El último slogan lo ha lanzado este lunes, durante el Foro Red de Casas. "Vamos a lanzar una estrategia de GNL", ha dicho Cañete. Potenciar el gas natural licuado, junto a la construcción de interconexiones de gas entre Estados de la UE, permitirá "poner todas las plantas de regasificación como alternativas al gas natural", ha señalado. De esta manera, se podrá disminuir la dependencia del gas ruso, sobre todo de los seis países europeos que se abastecen exclusivamente de él.
En esta estrategia, España tiene un papel destacado. La mitad de las plantas regasificadoras europeas están en suelo español. En otras palabras, nuestro país, con siete plantas, posee la misma capacidad de regasificación que el resto de los países europeos juntos. Visto así, el plan de Arias Cañete estaría dirigido, sobre todo, a España. Pero hay un problema. La interconexión con el resto del continente, es decir, con Francia.
Para entendernos: potenciar el papel de las regasificadoras españolas no sirve de nada si previamente no se culmina el Midcat, el gasoducto que unirá España con Francia, con una capacidad de 7,4 bcm/año. Para que se hagan una idea, el gasoducto que une España con África a través de Tarifa tiene una capacidad de 11,1 bcm/año, y el de Almería, de 8,4 bcm/año. Actualmente, existen dos interconexiones con Francia: la de Larrau, de 5,3 bcm/año, y la de Irún, de 0,2 bcm/año, que se ampliarán a 1,8 bcm/año en diciembre de este año. Como ven, el Midcat es fundamental para que el gas de las regasificadoras llegue al resto de Europa.
Pero dos no se ponen de acuerdo si uno no quiere. Es decir, la interconexión gasista de España con el resto de Europa no ha podido culminarse porque Francia no ha querido. Al menos hasta ahora. Según Arias Cañete, la firma de la declaración de Madrid -comienzos del mes de marzo- puso de manifiesto la voluntad del Gobierno galo de avanzar en la interconexión gasista. El primer paso lo veremos en junio, con la creación de un grupo "de alto nivel" dedicado a lanzar el Midcat. Pero es sólo el comienzo. Francia a dicho sí, pero con la boca pequeña. Esto es, el proceso será lento. Tanto, que Arias Cañete no ha querido concretar fechas. Y ahora sale con un plan para potenciar las regasificadoras…
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com