ArcelorMittal pincha en China pero confía en las plantas españolas de Avilés, Gijón y Sagunto
- La multinacional pierde 950 millones de euros en 2014 y consigue reducir las pérdidas un 57%.
- Sube un 5% el resultado bruto de explotación y baja el endeudamiento al nivel más bajo desde 2006, cuando se fusionaron Mittal Steel y Arcelor.
- En Asturias respiran tranquilos: se esfuma la opción de comprar la planta italiana de Tarento.
- Además, las fábricas españolas trabajan al 90% de su capacidad.
- Los sindicatos advierten: la compañía debe invertir en modernizar las instalaciones.
- Mientras, la multinacional estima que en 2015 el Ebitda caiga hasta los 5.700 ó 6.100 millones de euros.
Los resultados de 2014 del gigante siderúrgico no son buenos. El grupo que preside Lakshmi Mittal (en la imagen) perdió 950 millones de euros debido, sobre todo, a los números rojos registrados en China (-525 millones de euros) y a las diferencias de cambio.
Lo positivo para la multinacional es que ha logrado perder un 57% menos que en 2013, cuando perdió unos 2.200 millones de euros. De hecho, si se excluye el resultado de China y el efecto del tipo de cambio, los números de 2014 habrían sido positivos.
Más cifras: el resultado bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 5%, hasta los 6.334 millones de euros. Además la deuda del grupo ha pasado de los 15.800 millones de euros de 2013, a los 13.800 millones registrados a 31 de diciembre de 2014, el nivel más bajo desde el año 2006, cuando se creó la compañía tras la fusión de Mittal Steel y Arcelor.
A los malos datos de China, la multinacional contrapone la confianza en las plantas de Avilés, Gijón y Sagunto. Dos circunstancias lo corroboran: las fábricas asturianas trabajan actualmente al 90% de su capacidad -y estiman que continúen así todo este año- y, al mismo tiempo, se ha esfumado la posibilidad de que el grupo comprara la planta italiana de Tarento, la más grande de Europa. La compra de Tarento amenazaba directamente la continuidad de las fábricas españolas. Pero no, finalmente ha sido el Gobierno italiano el que se ha hecho cargo de las instalaciones que, por otra parte, requieren de importantes inversiones para salir adelante.
Pero no todo es de color de rosas. Los sindicatos advierten de la necesidad de invertir para garantizar el trabajo. De hecho, aseguran que ya están perdiendo pedidos porque algunas instalaciones se han quedado obsoletas y no permiten atender toda la demanda.
Mientras tanto, la multinacional ha señalado que el Ebitda del grupo en 2015 se situará entre los 5.700 y los 6.100 millones de euros, muy por debajo de los 6.334 millones obtenidos en 2014.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com