• Esto es, un producto 100 por 100 español. En concreto, la ministra de Defensa quiere recuperar los aviones de transporte ligero y medio C-212 y CN-235.
  • Mientras, España cede en Airbus: prácticamente todo el diseño del A400M es alemán. Pero como se ensambla en Sevilla siguen culpándonos.
  • Sólo controla el 4,1% del gigante aeronáutico, menos que los fondos y lejos del 10,9% que poseen Francia y Alemania.
  • Pero no podrá hacer lo mismo con el C-295: no es recuperable al ser 100% propiedad de Airbus.
  • Mientras, el A400M acumula retrasos (está negociando con los Estados clientes) y sobrecostes (estiman unos 7.000 millones, elevando el coste total a 31.000 millones).
De nuevo, toca hablar del avión de transporte militar A400M. A pesar de que el pasado noviembre, Airbus entregó al Ejército del Aire español el primero de los 27 encargados y de que a finales de mayo se presentara a los medios en el Ala 31 de Zaragoza tras cumplir más de 100 horas de vuelo, los problemas del programa han puesto de relevancia que cada vez pintamos menos en el gigante aeronáutico europeo. Por ello, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal quiere resucitar los aviones de transporte de tropas C-212 y CN-235 (en la imagen). Al final, como siempre, España ha cedido: prácticamente todo el diseño del A400M (capacidad de carga, sistema de abastecimiento en vuelo, y sistemas de autodefensa) es alemán. Pero como el avión se ensambla en Sevilla, los germanos siguen culpándonos del trágico accidente ocurrido el 9 de mayo de 2015. No es más que la gran mentira alemana para calumniar a los ingenieros y militares españoles, aprovechando el poco peso de nuestro país. De hecho, el Estado español, a través de la SEPI, sólo tiene el 4,1% de Airbus: un porcentaje inferior al que controlan los fondos y lejos del 10,9% que poseen Francia y Alemania a través de las empresas públicas Sogepa y GZBV. Ante este contexto, la ministra de Defensa quiere recuperar aviones de transporte ligero y medio de tropas, la especialidad española. En concreto, se trata del C-212 (Aviocar), producto 100% español fabricado por Construcciones Aeronáuticas (Casa) y del CN-235, fabricado por esta y un socio indonesio (Nurtanio). Pero Cospedal no podrá hacer lo mismo con el C-295: no es recuperable al ser 100% propiedad de Airbus. Por último, cabe destacar que hace unos días, el presidente de la división de aviones militares y de Airbus España, Fernando Alonso, se mostró optimista por la marcha de las negociaciones con los Estados clientes del A400M, como recogió Diario de Sevilla. Y eso que el programa acumula retrasos y sobrecostes (que podrían ascender a 7.000 millones), elevando el coste total a 31.000 millones de euros. Pero aún hay flecos técnicos pendientes en el A400M: los técnicos desplazados de Sevilla a Zaragoza tienen que arreglar las cajas de engranaje de dos motores y los paracaidistas no pueden saltar al mismo tiempo por las dos puertas laterales (solo desde una de ellas). Así lo reconoció el coronel Gamboa, como informó Heraldo de Aragón, aunque esperan corregirlo en próximos modelos y el segundo avión que llegará al Ejército estará capacitado para reabastecer también helicópteros, además de los cazabombarderos. Eso sí, el A400M ya ha tenido su puesta de largo: participó en el día de las Fuerzas Armadas celebrado en Guadalajara y sobrevoló la Academia General Militar en la jornada de puertas abiertas. Cristina Martín cristina@hispanidad.com