- El yihadismo usa las violaciones y las agresiones sexuales a las mujeres como una forma de ataque "al enemigo", que se ha extendido a los nuevos espacios, sobre todo Oriente Medio y Europa occidental, explica La Tribuna del País Vasco.
- Especialistas policiales comienzan a reconocer que en los países que han acogido a más refugiados musulmanes han aumentado exponencialmente los ataques contra las mujeres.
- Alemania detiene a 40 inmigrantes ilegales tras las agresiones a mujeres.
- El Gobierno germano estudia acelerar las expulsiones de demandantes de asilo de Marruecos y Argelia.
Se cumplen poco más de dos semanas de las agresiones sexuales cometidas en Alemania y otros países europeos por hombres procedentes en su mayoría del norte de África y Oriente Medio, es decir, de países musulmanes. En una entrevista publicada por Bild, el presidente de la Oficina federal de Investigación Criminal (BKA), Holger Münch, aseguraba que los refugiados procedentes del norte de África, sobre todo de Marruecos, Túnez y Argelia, así como de los Balcanes son los que más delitos cometen entre la población extranjera. Un informe provisional de la policía cifra en 2.200 a los inmigrantes magrebíes acusados de cometer robos y delitos menores, más de la mitad son marroquíes, informa La Voz de Galicia. La cifra de ataques denunciados asciende a 650 -de los cuales aproximadamente 330 corresponde a ataques sexuales- mientras más casos se suman en distintas ciudades del país, como Hamburgo, donde se han reportado otras 153 denuncias. Este tipo de agresiones fueron planificadas previamente a través de redes sociales, recoge Entorno Inteligente. Ya ha habido algunas consecuencias del suceso: este sábado la policía de Düsseldorf, en el oeste de Alemania, detuvo a 40 inmigrantes magrebíes, 38 de los cuales son sospechosos de encontrarse ilegalmente en el país, e incluso uno de ellos estaba a punto de ser expulsado, informa La Voz de Galicia. Además, según la prensa alemana los principales partidos del país están estudiando medidas para acelerar las expulsiones de los demandantes de asilo procedentes de Marruecos y Argelia. La clave del nuevo sistema sería añadir las dos naciones magrebíes a la lista de llamados países seguros, lo que permitiría justificar el rechazo a sus peticiones de asilo, como ya ocurre con las peticiones de emigrantes que viene de los Balcanes. Ahora bien. ¿Qué tipo de personas planificaron este tipo de agresiones a las mujeres? La Tribuna del País Vasco ofrece una cita de un comunicado hecho público por DAESH (Estado Islámico) en 2014 que sirve para enmarcar el problema: "Conquistaremos su Roma, romperemos sus cruces, y esclavizaremos a sus mujeres, con el permiso de Alá". El pasado mes de agosto, el diario norteamericano The New York Times publicaba un extenso reportaje firmado por Rukmini Callimachi en el que aseguraba que el autodenominado Estado Islámico (DAESH) había creado su propia "teología de la violación", según recoge este mismo medio. La Tribuna del País Vasco prosigue: las estadísticas revelan que esta utilización por parte del islamismo radical de las violaciones y los ataques a las mujeres como una de las formas más agresivas y demoledoras de ataque "al enemigo" se ha ido extendiendo por los nuevos territorios, especialmente en Oriente Medio y en Europa occidental, a los que centenares de miles de musulmanes han accedido y están accediendo a través de diferentes procesos migratorios. Ciertamente, no todos los inmigrantes, ni mucho menos, son islamistas radicales, pero algunos expertos y especialistas policiales comienzan a reconocer tímidamente que no puede negarse ya por más tiempo que, durante los últimos años, los países europeos que han acogido a un mayor número de estos refugiados musulmanes han visto cómo en sus calles aumentaban exponencialmente los ataques contra las mujeres –no pocos de ellos mortales-, las violaciones y la sensación general de inseguridad entre la población femenina autóctona. Este medio de comunicación ofrece terribles "datos y sucesos" que "demuestran el enorme tamaño de la ofensa y de la agresión que el islamismo radical está llevando a cabo en Europa contra féminas de todas las edades y condición social. Se trata de una acometida en varios países, coordinada por grupos locales de hombres, larvada en los suburbios de algunas de nuestras principales capitales, velada a los ojos de la opinión pública, padecida en primer lugar por las mujeres musulmanas, y que apunta a un único objetivo: transformar la violencia sexual contra la mujer en una nueva arma terrorista feroz y sanguinaria capaz de hacer renunciar, a la mitad de los ciudadanos europeos, a lo que Occidente tiene por más sagrado: su libertad", concluye. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com