Marcelino Fernández Verdes, CEO del grupo ACS, y Florentino Pérez, presidente ejecutivo
El 40,5% de los accionistas de ACS votaron en contra de las remuneraciones de los consejeros en la Junta de 2018. El dato es brutal. No tiene parangón en el Ibex y debería hacer reflexionar a los consejeros de ACS, empezando por el presidente, Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!). Lo peor, sin embargo, no es eso. Lo más llamativo es que el 40,2% votó en contra de la política de remuneraciones.
En otras palabras, no es que rechacen que menganito o fulanito ganaran mucho en 2017, sino que rechazan toda la política de remuneraciones de la compañía para el trienio 2018-2020. Y ojo, porque esta votación no es consultiva, como sí lo es la de las remuneraciones concretas de los consejeros.
Así las cosas, cabría esperar un replanteamiento por parte de la empresa. Es la primera vez que casi la mitad de los accionistas (la propiedad) no está de acuerdo con la política de remuneraciones de los consejeros, y seguro que no es porque piensen que ganan poco. A ¡Oh capitán, mi capitán!, sin embargo, le importa muy poco y se subió el sueldo un 13,9%, hasta los 5,4 millones de euros, a los que hay que sumar los 1,3 millones de aportación a su plan de pensiones, que ya acumula 42,4 millones de euros. Poco, si lo comparamos con los 79 millones que se llevó FG del BBVA.
No es sólo Florentino: Marcelino Fernández Verdes volvió a ser el ejecutivo mejor pagado del Ibex, con 11,1 millones de euros. El medio consejero delegado de ACS (el otro medio es ¡Oh capitán, mi capitán!), además, acumula un plan de pensiones de 18,2 millones.
Veremos qué votan los accionistas en la próxima Junta, que se celebrará el 10 de mayo. Por cierto, ¡Oh capitán, mi capitán! renovará como presidente-CEO por otros cuatro años.