La propuesta de Vox es reducir el impuesto sobre sucesiones y donaciones.

Moviola: en este impuesto, es el Gobierno central quien impone el tipo de interés. Ocurre que, en Madrid, la presidenta Esperanza Aguirre decidió en su día una exención de casi el 99%... así que muchos españoles se empadronaron en Madrid porque si algún impuesto molesta es aquel que, tras pagar todos los impuestos del mundo, grava después una donación o un dinero que entregamos a nuestros herederos.

Pues miren ustedes, ese impuesto es el que el PSOE pretende subir. Bueno, pretende mantener pero prohibir las exenciones regionales, a lo Esperanza Aguirre. Deben ser cosas de la descentralización.

¿Y qué pasa con el IVA? A la gente hay que juzgarla por lo que gasta, no por lo que gana

Pero vamos al fondo de la cuestión. Todo impuesto sobre el patrimonio es injusto porque a la gente hay que gravarla por lo que gana, no por lo que tiene… y que ha comprado con dinero que ganó y por el que ya satisfizo al fisco.  

Es curioso que quien aboga por gravar el patrimonio y no la renta, por lo general, la izquierda, tampoco quiera tocar el IVA, siguiendo aquel ejemplo de mi juventud, cuando los obreros aseguraban que el tabaco negro no debería gravarse pero el rubio (entonces más caro) sí, porque el negro, el Ducados, era “el que fumamos los currantes”. Olvidaban que el tabaco -negro o rubio- debe ser gravado porque es un lujo y no un artículo de primera necesidad.

Pues bien, lo cierto es que el impuesto más justo es el IVA, porque a la gente no hay que juzgarla (suponiendo que haya que juzgar a alguien) por lo que gana sino por lo que gasta.

Vox quiere reducir el impuesto de sucesiones y donaciones. El Gobierno quiere subirlo. ¿Quién es el ultra?