Tenía 18 meses y pesaba solo siete kilos cuando murió en Florida (EE.UU.). El pequeño, cuyos padres eran veganos, falleció tras sufrir complicaciones relacionadas con la desnutrición, la microesteatosis del hígado y presentar hinchazón en manos, pies y piernas.

Le alimentaron solo con verduras y frutas crudas como mangos, plátanos y aguacates. De leche (que es uno de los alimentos esenciales para los bebés), ni hablamos, porque, como saben, los veganos no consumen ningún alimento de origen animal. Y por la misma razón, tampoco toman carne -justo lo que ‘recomienda’ la ONU, cada vez con más contundencia. Lo grave de esta 'recomendación' -si llegar a convertirse en una obligación- es que afectaría a quien la aceptara voluntariamente y también a quien no, adultos, jóvenes, niños y bebés...

Los padres del pequeño, Ryan O'Leary (30 años) y Sheila O'Leary (35 años), fueron detenidos y permanecen en prisión, acusados de homicidi0, hasta que se celebre el juicio el próximo 9 de diciembre.

Al ser interrogados por la Policía, admitieron que el menor había nacido en casa y que nunca había visitado a un médico.

Cuando se personaron los agentes de la Policía y hablaron con la pareja otros dos hijos de la pareja, también menores, tenían la tez pálida y amarillenta. También comprobaron que los pequeños pesaban menos de lo normal para su edad, 3 y 5 años y la dentadura de uno de ellos estaba descuidada, ennegrecida y con caries.