Lo cuenta Religión en Libertad: Emmanuel 'lolito' Macron abrirá los bares pero no las iglesias. Algo parecido hizo el primer ministro italiano, el relamido Guiseppe Conte. Es decir, que los gobiernos francés e italiano están violando el derecho a la libertad de culto. Un derecho fundamental, no lo olvidemos, y básico, porque cultural viene de culto.

En España ha sido peor porque -directamente no, pero indirectamente sí, el Gobierno Sánchez no prohibió la Eucaristía ni cerró los templos. Eso lo dictaminaron nuestros propios obispos... que tiene bemoles la copla.

Ahora bien, tanto en Francia como en Italia, la única solución que les queda a los católicos es rebelarse. Sí, incurrir en ilegalidad porque estamos ante una violación flagrante de un derecho fundamental y porque, no lo olvidemos, la Iglesia vive de la Eucaristía.

No queda otra que la rebelión.