La historia de la presunta lucha contra la corrupción en España no es más que puritanismo e hipocresía. Ningún político, desde luego no Pedro Sánchez, lucha contra la corrupción: sólo utilizan cada caso como arma arrojadiza contra el adversario. Ejemplo, lo de ayer jueves: Sánchez había pregonado la curiosa teoría de que si eres imputado debes cesar (¿Y si luego el mismo tribunal que le imputa le declara inocente?). Pues bien, ahora le descubren al titular de Agricultura, Luis Planas, una imputación y… ¿tendrá que dimitir cuando no llega diez días en el Gobierno y 48 horas después de que lo hiciera Màxim Huerta, titular de Cultura? No, la Fiscalía, casualmente, ya ha dicho que todo está en orden con Planas (mañana del viernes). Es decir, que aquí no dimite nadie. Uno está bien pero dos son demasiados, al menos en ocho días. Así que Sánchez ha cambiado de estrategia y ahora el fiscal, qué casualidad, dice que no, que no le van a imputar.

El problema del PSOE es éste: quien a hierro mata, a hierro muere

No es la jauría periodística, señor Huerta. Ha sido su propio jefe, Pedro Sánchez, al que dice defender, quien la ha liado. Y no porque haya puesto el listón muy alto sino porque no lucha por la honradez pública sino por la poltrona privada.

Y claro, al final, el Sánchez resultará -ya resulta- víctima de su propia hipocresía. Sacudió con el máster de Cristina Cifuentes y ahora un medio digital, OK Diario, del famoso Eduardo Inda, asegura, no sólo que manipuló la nota de un máster, sino que se lo inventó. Y últimamente todos entendemos mucho de másters. E insisto en que, cuando se empiece a hablar de los negocios de su familia política o de su tesis doctoral, la cosa irá a más.

Es puritanismo hipócrita, no lucha por la honradez política. A esto se le llama ver la paja en el ojo ajeno…

Y ahora otra más: la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, según OK Diario, también falseó su currículum con un máster que nunca cursó...

Es el puritanismo hipócrita que mueve todo este tinglado, el que ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

En resumen, quien a hierro mata a hierro muere. Vivimos la historia de los diez negritos (más bien 18, esto es, 17 ministros más un presidente) de Pedro Sánchez (él incluido). A este paso, ¿quién podrá gobernar España? Todo esto no es más que puritanismo hipócrita.