• Los musulmanes son los verdugos, los cristianos, siempre víctimas.
  • En principio, el cristiano no toma las armas porque, aunque no le guste, prefiere ser mártir a verdugo.
  • Y eso que el cristiano tiende a hedonista, nunca a masoquista.
  • Pero ya está bien de escuchar relatos según los cuales tal parece que los malos son los cristianos…  por ser cristianos.
  • Por ejemplo, Bashar al Asad.

Si uno sigue la actualidad periodística sobre los conflictos de Iraq y Siria llegará a la conclusión de que allí se pegan islámicos y cristianos. Oiga no. Los musulmanes son siempre verdugos de los cristianos y, en ocasiones, de otros musulmanes. Tanto en Iraq como en Siria. Pero como los medios occidentales somos medio lelos, hablamos de una especie de mítica guerra de religión. ¡Y una porra! Lo que allí ocurre es que los musulmanes siempre son los verdugos, los cristianos siempre son víctimas, a veces acompañados de otros musulmanes, porque el odio entre chiítas y sunitas es fuerte. Por lo demás, en principio, el cristiano no toma las armas porque, aunque no le guste, prefiere ser mártir a verdugo. Y eso que el cristiano tiende a hedonista, nunca a masoquista. Eulogio López eulogio@hispanidad.com