• Sobre género y diversidad sexual, casualmente.
  • Algunas imágenes de la muestra podrían provocar un sentimiento contrario al que refleja.
  • Santander Cultural rectificó, menos mal, y después de justificarse con tonterías…
  • Acabó reconociendo que era una ofensa a los cristianos.
Viendo este vídeo se entiende todo. Una exposición blasfema patrocinada en Brasil por el Santander. Una cosa mala y dos buenas. La mala, la exposición: una memez blasfema que Santander Cultural insistió en presentarla como una investigación cultural y encontrarle la recontraenjundia a la melonada. Las dos buenas: al final, el grupo de Ana Botín reconoció que aquello era una ofensa a los cristianos (y a Dios) y cerró la exposición. La segunda buena cosa, la mejor: fue la oposición de los ciudadanos la que le sacó los colores al Santander y les obligó a rectificar. En cualquier caso, alguien debería 'asumir su responsabilidad'. Eulogio López eulogio@hispanidad.com