Jair Bolsonaro, favorito para ser el próximo presidente de Brasil, ha sido apuñalado. No era un ultra, solo era cristiano y apuntaba alto en política. Así que había que arrebatarle la reputación o la vida.

Y es que el Nuevo Orden Mundial (NOM) no necesita buscar un majadero para asesinar a Bolsonaro y evitar que llegue a la Presidencia de Brasil. Lo que se hace es crear el caldo de cultivo necesario para que un chiflado, políticamente correcto y con el cerebro lavado, asesine a un candidato. Y si lo perpetra en nombre de Dios, mejor que mejor.

Bolsonaro es cristiano coherente, pero como es provida El País, y otros muchos medios, lo califica de ultra. Esa es la forma de ponerle ante el puñal o la pistola. O esa es la forma de destrozar su reputación, su imagen y su carrera política. ¡Menudos hipócritas!

El Nuevo Orden Mundial (NOM) no necesita ordenar la muerte de un cristiano que les moleste: simplemente, crea el caldo de cultivo necesario para los majaderos

Consigna NOM: no permitir que ningún cristiano ocupa un puesto de relevancia ni en política en periodismo ni en economía, ni en el mundo de la cultura.

Los casos de Trump y de Bolsonaro marcan el camino: ante un cristiano, una de dos: o acabas con su reputación o acabas con su vida.

Es una constante global, una muestra más de la cristofobia que recorre el mundo. Y a culpa el NOM, la masonería internacional (por cierto, el presidente brasileño es masón) lo políticamente correcto, la progresía global… como ustedes quieran llamarlo: hablamos de lo mismo.

Recuerda aquello de que “llegará un momento en que quien os quite la vida pensará estará pensando que presta un servicio a Dios”.