Se acabó la parálisis, que ya iba para medio año y que tenía a Vodafone, no a Vodafone España, sino al conjunto de Vodafone, algo paralizada. La mayor multinacional europea nacida privada, con una de las mayores capitalizaciones del mundo, parecía otra víctima de los fondos accionistas, empeñados en hacer dinero rápido, por ejemplo, con la venta de activos, lo que había paralizado, no sólo las inversiones, sino la maquinaria comercial. Por ejemplo, en España.

Pues bien, el Consejo ha optado por la continuidad, convirtiendo a la interina Margherita della Valle en fija. Con la italiana, más de un cuarto de siglo de experiencia en la empresa, se puede hablar de un renacimiento de Vodafone.

Sobre todo, si reparamos en su programa de gobierno, veo una mesa con tres patas que, en dos semanas, describirá a los analistas: atención al cliente, simplificación de funcionamiento y, lo más importante, volver al crecimiento. Esto último es lo más relevante. 

En cualquier caso, llega con fama de ser poco amiga de los fondos activistas. Eso es bueno.

En España, el nuevo CEO, el portugués Mario Vaz, estaba preparando su nuevo plan de negocio para nuestro país hasta que hubiera... nuevo CEO. Vaz, que triunfó en Portugal, hoy una de las joyas de Vodafone, es enemigo jurado de vender España y de volver a crecer en nuestro país. Exactamente como su nueva jefe. Ahora que la operadora ya no está descabezada, podrá ponerlo en marcha.

Vodafone renace, Si luego el asunto marcha mal es otra cosa, Pero, por de pronto hay que decir que Vodafone vuelve y que el muerto no estaba muerto. Sólo estaba descabezado.