Vuelta a la rentabilidad.  Es como, en pocas palabras se puede resumir las cuentas presentadas hoy por Vidrala, fabricante vasco de envases de vidrio, correspondientes a 2023.

A pesar de que la demanda levantó el pie del acelerador por la subida de tipos y los precios en 2023, aseguran los expertos que la empresa presidida por Carlos Delclaux aprovechó su apuesta por el Reino Unido y Brasil, además de la bajada del gas, (combustible fundamental para la actividad de los hornos vidrieros de la compañía), para relanzar su volumen de ventas y también su beneficio.

Todos los números se han disparado y, curiosamente, la cotización apenas se ha inmutado. Sube un 0,2% hasta los 90,30 euros.

Si las ventas se han elevado hasta de 1.559 millones, un 15,3% más, el beneficio crece a ritmos nada desdeñables, del 52% respecto al año anterior, hasta los 233 millones.

A pesar de que la demanda levantó el pie del acelerador, la empresa presidida por Carlos Delclaux aprovechó su apuesta por el Reino Unido y Brasil, además de la bajada del gas, para relanzar su volumen de ventas y también su beneficio

“El crecimiento de Vidrala ha sido constante desde su salida a Bolsa (1985)”, señalan los analistas consultados, “un crecimiento que se apoyó el año pasado en la compra de la embotelladora inglesa 'The Park', y de dos plantas de Vidroporto en Brasil”

Y todo ello para “reorientar sus mercados” lo que le ha llevado a vender su fábrica en Italia, Veralia, por 230 millones, una desinversión que se hacía pública ayer y con la que ha conseguido plusvalías de 100 millones de euros que va a destinar, según la propia empresa, a reducir su deuda y a repartir un dividendo extraordinario a sus accionistas.

En este sentido, la compañía ha propuesto un incremento en el dividendo anual de un 20%.

Las adquisiciones brasileñas y la británica le supuso a Vidrala un desembolso de 420 millones, lo que tuvo un impacto en la deuda que superó los 470 millones de euros, frente a los 209 del pasado septiembre. “A pesar de que es más del doble”, explican los analistas, “es llevadera y asumible ya que únicamente representa un ratio de 1,1 veces el Ebitda”.

Respecto al resultado operativo, antes de impuestos, créditos y amortizaciones, la compañía ha obtenido un Ebitda de 393 millones de euros, un 45% más que el año anterior, y que equivale al 25% de la facturación.

Las cifras van en paralelo a la búsqueda de nuevos mercados que ha emprendido la empresa. Aun así, prácticamente, el 50% de sus ventas, alrededor de 800 millones, se generan en España y en Europa; en el  Reino Unido han crecido un 25% hasta superar los 600 millones. Y en Hispanoamérica, (con sus dos fábricas en Brasil), la facturación ha aumentado un 24%, cerca de 160 millones de euros.

Todos los números se han disparado y, curiosamente, la cotización apenas se ha inmutado. Sube un 0,2% hasta los 90,30 euros

"El crecimiento del negocio en Europa es estático y la compra de Vidroporto supone la apertura a un mercado de crecimiento y en auge…donde”, explica Carlos Delclauxpresidente de Vidrala, “grandes compañías cerveceras como Heineken, Estrella Galicia o Carlsberg tienen, en esta zona de mundo, proyectos de negocio e inversión",

Carlos Delclaux Zulueta es el principal accionista de la compañía con el 7,456% del capital; la familia Delclaux Zulueta también está presente a través del holding familiar Ondargain con el 6,655%; Bidaroa, S.L (que representa a Luis Delclaux Muller) tiene el 5,662%; la familia empresarial vasca Salegui, mediante su vehículo inversor Addvalia Capital, controla el 5,458%;Urdala 21 S.L. (que representa a Esteban Errandonea Delclaux) con el 5,552%; Fuensanta de la Sota Poveda (esposa de Manuel Delclaux Barrnechea) tiene el 3,660%, y, con el 3,630%, el holding familiar portugués Noronha Gallo 

En total, en manos de la familia Delclaux, en sus diferentes ramas, está el 30% del capital de Vidrala.