Uber Technologies ha registrado unas pérdidas netas atribuidas de 1.206 millones de dólares (1.213 millones de euros) durante el tercer trimestre del año, según informó la plataforma de servicios de transporte y movilidad. Para Uber esto es 'mejorar' en un 50% las pérdidas obtenidas en el mismo periodo del anterior ejercicio: sí, pierde menos, pero sigue perdiendo y continúa sin ser rentable. 

La plataforma de movilidad se justifica y argumenta que las pérdidas se han debido a dos factores: 512 millones de dólares (515 millones de euros) por la revalorización de las inversiones de Uber y 482 millones (485 millones de euros) de gastos de compensación basados en acciones.

Los resultados de este tercer trimestre hacen que la plataforma de movilidad haya registrado de nuevo 'números rojos', con unas pérdidas de 9.736 millones de dólares (9.792 millones de euros) durante los nueve primeros meses del año, lo que supone multiplicar por siete los datos del pasado ejercicio fiscal. 

Pero no todo van a ser malas noticias, el grupo mejora su cifra de negocio de julio a septiembre, llegando a los 8.343 millones de dólares (8.393 millones de euros), un 72% más. Las ventas también suben cerca del doble hasta los 23.270 millones de dólares (23.409 millones de euros), datos que no son suficientes para evitar las pérdidas. 

Uber se puede resumir en cuatro palabras: monopolio, explotación, apalancamiento y polémica. Sencillamente, el líder de vehículos de alquiler con conductor (VTC), se carga al sector del taxi, ofreciendo precios por los suelos y mejor servicio

“Incluso cuando el entorno macroeconómico sigue siendo incierto, el negocio principal de Uber es más fuerte que nunca”, aseguró el consejero delegado, Dara Khosrowshahi, quien también ha hecho hincapié en el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajutado de este tercer trimestre, que llegó a los 516 millones de dólares (519 millones de euros), según Khosrowshahi: "muy por encima" de las previsiones. 

Uber se puede resumir en cuatro palabras: monopolio, explotación, apalancamiento y polémica. Sencillamente, el líder de vehículos de alquiler con conductor (VTC), se carga al sector del taxi, ofreciendo precios por los suelos y mejor servicio. Cuando elimina a su competidor y consigue el monopolio del sector, la cosa cambia: los precios suben y el servicio deja mucho que desear. Además, a la vista de los resultados, se demuestra que la compañía funciona con apalancamiento y pérdidas, se le permite tener un alto nivel de endeudamiento, a pesar de sus pérdidas. Facilidades que ya les gustaría tener a muchas otras empresas españolas…Y eso que explota a los conductores con su falso modelo de autónomos, algo con lo que no han acabado las chulísimas reformas de Yolandísima, que se erige en luchadora de la precariedad, pero el sistema sigue siendo el mismo y con márgenes cada vez más ajustados. 

Sin olvidar las polémicas en las que se ha visto rodeada la compañía desde su fundación: acoso laboral y sexual, espionaje... Y la más sonada, el programador y empresario estadounidense Travis Kalanick fundó Uber en 2009, pero fue obligado a dejar su cargo como director ejecutivo en 2017 tras las presiones de los accionistas, aunque permanece en la junta directiva de la plataforma de transporte. La polémica siempre ha acompañado a Kalanick pero su caída fue marcada por un vídeo del propio Kalanick, muy bien acompañado por dos mujeres, tratando de manera despectiva con un conductor de Uber, cuando éste se quejó de las bajas tarifas del servicio, a lo que el empresario le contestó: "¿Sabes qué? A algunas personas no les gusta asumir la responsabilidad de su propia mierda. Culpan a alguien más de todo lo que pasa en sus vidas. ¡Buena suerte!". Todo un líder y emprendedor progresista. 

Tan progresista que la empresa de Kalanick es una de las que pagan los gastos de viaje a empleadas para abortar, es decir, explotación laboral y salarios indignos, que no permiten fundar una familia. Pero Kalanick lo soluciona: paga el aborto, que sale más barato.