España sigue siendo uno de los destinos preferidos de los extranjeros, sobre todo durante el verano. Así, el número de turistas que nos visitaron en agosto aumentó un 7,3%, hasta los 10,9 millones. Durante los ocho primeros meses del año, el número de visitantes alcanzó los 64,3 millones, un 11,2% más que el año anterior, que ya fue de récord, según datos publicados este miércoles por el INE.

Francia y Reino Unido fueron los principales países de residencia de los turistas que vinieron en agosto (2,1 millones cada uno), aunque fueron los franceses los que más aumentaron, un 8,3%, frente al 4,1% de los británicos. Desde Alemania llegaron 1,2 millones de turistas, un 5,1% más que en 2023.

Pero más importante es el gasto que realizan, y el dato también es positivo, ya que, en agosto: gastaron 15.363 millones de euros, un 13% más que el año anterior, según el INE. El gasto medio por turista fue de 1.405 euros, un 5,3% más. Y el gasto medio diario fue de 188 euros, un 8,8% más.

Desde enero, el gasto aumentó un 17,6% y alcanzó los 86.471 millones de euros, lo que constata la buena salud del sector turístico en España. Lástima que sólo podamos decir esto del turismo internacional, porque el turismo nacional retrocedió durante el segundo trimestre, como les contamos en Hispanidad.

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Y todo esto sucede mientras el Ministerio del Interior, que lidera Fernando Grande-Marlaska, uno de nuestros peores ciudadanos, se muestra implacable y decidido a aplicar un nuevo registro que obligará a hoteles, agencias de viajes, pisos turísticos, etc. a rellenar un formulario con 28 datos de cada visitante. Por ejemplo, su dirección habitual, el móvil y el número de la cuenta corriente. Así hasta 28 datos que, según el sector, chocan con la ley de protección de datos, además de suponer una carga burocrática imposible de cumplir. Si nadie lo remedia, la medida entrará en vigor el 2 de diciembre y podría frenar la excelente evolución del sector.