La última encuesta del INE situó el IPC de octubre en el 3,5% interanual y el Gobierno se lanzó como loco a decir que era un éxito, fruto de las medidas económicas de Nadia Calviño, naturalmente. En definitiva, que los precios suban un 3,5% -los alimentos 'sólo' subieron un 9,5%- es un éxito porque suben menos que antes, cuando el IPC estaba en el entorno del 5% o superior.

Pero eso es un engaño porque cuando decimos que la inflación se modera lo que estamos diciendo es que los precios suben, pero menos, no que están bajando.

Porque la realidad es que los precios no paran de subir desde mediados de 2021 -por cierto, mucho antes de Ucrania- especialmente los de alimentación, que son hoy un 28% más caros que hace dos años, según Tomás Pascual. El empresario explicó es jueves, en un desayuno organizado por Esade, que mientras los costes de producción de leche han repuntado un 80%, el precio de la leche sólo ha subido un 30%.

La mala noticia, según Pascual, es que los precios se van a moderar, pero seguirán subiendo y en ningún caso volverán a los niveles previos a la subida de 2021.

La mayor amenaza para Grupo Pascual, sin embargo, no es el IPC, ni las potenciales pugnas internas por la sucesión, ni siquiera la incertidumbre política que se cierne sobre España tras la investidura de Pedro Sánchez. La mayor amenaza es el consumidor, que está apostando más por marcas blancas, que venden un 30% más barato.

Y siguiendo con este hilo argumental, Pascual reconoció que cuando la empresa gana dinero, todo lo demás pasa a un segundo plano: la incertidumbre se lleva mejor y la familia permanece unida. Normal.