EEUU quiere poner coto a la expansión de China y está presionando con mucha fuerza a Europa para que frene la expansión económica-comercial del gigante asiático, actualmente el segundo país más poblado del mundo, tras la India. Y uno de los focos de preocupación es el sector tecnológico, por sus implicaciones en la privacidad y la seguridad de los países y sus habitantes.

Las presiones estadounidenses, en cualquier caso, no están teniendo mucho efecto, al menos en la actual Comisión Europea. Habrá que ver lo que sucede tras las elecciones que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio.

En Estados Unidos se han tomado el asunto muy en serio y el miércoles, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley, que tendrá que ser ratificado por el Senado, que podría suponer el cierre, en EEUU, de TikTok, la aplicación china más popular, con más de mil millones de usuarios en el mundo, filial de la también china ByteDance.

Conviene recordar que fue Donald Trump el primero que puso en solfa a la multinacional china, sospechosa de estar vinculada al Partido Comunista de China, algo que no sorprendería. Estamos hablando de una de las dictaduras más severas del planeta, donde la libertad, en el más amplio sentido de la palabra, brilla por su ausencia. En otras palabras, ningún negocio chino prospera sin el visto bueno del Partido Comunista, que es el que lo controla todo. Ahora es Biden quien ha recogido el testigo y está dispuesto a prohibir TikTok en EEUU u obligar a ByteDance a venderla a una empresa norteamericana.

El Gobierno chino, por supuesto, se ha rasgado las vestiduras porque EEUU no ha respetado los “principios de economía de mercado y competencia justa”, según el portavoz del ministerio de Comercio chino, He Yadong que, al parecer, faltó a clase el día que enseñaron la reciprocidad en las relaciones comerciales.