Tesla ha aminorado algo la marcha, levantando un poco el pie del acelerador, pero sigue disparada. Y es que ha vuelto a registrar récords de beneficio, ventas y producción en el tercer trimestre, aunque no ha llegado a los ingresos que preveía.

El fabricante de coches eléctricos no ha sido ajeno a la escasez de chips y los problemas logísticos (entre otros, la congestión en los puertos), los cuales han afectado a su capacidad para mantener las fábricas “funcionando a toda velocidad”. Eso sí, su CEO, Elon Musk, seguirá engordando su fortuna, permanece en las primeras posiciones entre los hombres más ricos del mundo junto a Jeff Bezos porque ha recibido 155 millones de euros en concepto de remuneración extraordinaria por la evolución operativa del negocio, un gasto atípico que asumió la compañía sin problemas. Cabe preguntarse si Musk se habrá fumado un porro para celebrarlo, como hizo en una entrevista, porque recientemente ha predicho la cercana legalización de las drogas psicotrópicas y además, ha aumentado su tendencia transhumanista.

Telsa sigue expandiéndose y está a punto de acabar las nuevas plantas de Berlín (Alemania) y Austin (Texas, EEUU), ciudad a la que trasladará la sede corporativa aunque aún no hay una fecha, y ha inaugurado su primera fábrica de cerveza

Vayamos a las cifras. Tesla ha tenido un beneficio récord de unos 1.394 millones entre julio y septiembre, un 389% superior al de hace un año, que fue de unos 284 millones. El Ebitda se ha disparado un 77%, a 2.761 millones, los márgenes operativos se han situado en el 14,6% (+5,34%) y el margen bruto automotriz (un indicador clave de la rentabilidad) ha ascendido al 28,8%. Asimismo, logró entregar 241.300 vehículos (+73%) y producir 237.823 (+64%), superando las cifras del segundo trimestre. Sin embargo, sólo alcanzó una facturación de 11.859 millones (+32%), algo inferior a la que estimaba.

El fabricante de coches eléctricos continúa expandiéndose y está a punto de acabar las nuevas fábricas de Austin (Texas, EEUU), ciudad a la que trasladará la sede corporativa aunque aún no hay una fecha (un anuncio que Joe Biden no le perdona, porque no le invitó al evento para impulsar el coche eléctrico), y de Berlín (Alemania). Además, no hay que olvidar que Tesla agrupa a otros muchos negocios, entre ellos, el espacial o el reciente de bebidas (ya lanzó un tequila y acaba de inaugurar la primera fábrica de cerveza Tesla en la capital germana), pero también tiene en mente crear una cafetería inspirada en los años 50.

La bolsa le ha premiado, en la apertura con una subida del 3,5%, ante un Nasdaq a la baja.